lunes, 30 de octubre de 2006

NORMAS MASÓNICAS

Debéis ser hombre bueno y recto y obedecer estrictamente la ley moral; ser ciudadano pacífico y respetar las leyes de la nación en que vivís; no entrar en planes ni conspiraciones contra el gobierno y someteros a las resoluciones del poder legislativo; guardar el debido respeto a las autoridades; trabajar con diligencia, vivir con honradez y proceder buenamente con todos los hombres; venerar a los antiguos protectores y jefes de la masonería y a sus legítimos sucesores; y someteros a las resoluciones y decretos de vuestros hermanos reunidos en la logia, siempre que no infrinjan las Constituciones de la Orden; evitar querellas y desavenencias privadas y guardaros contra la intemperancia y los excesos; ser prudente en vuestra conducta cortés y afable con vuestros hermanos y fiel a vuestra logia; respetad a los verdaderos y legítimos hermanos y oponeros a los impostores y disidentes de los dogmas de la masonería; cultivar siempre los principios de la buena sociedad, fomentar las virtudes y propagar el conocimiento de las artes; rendir homenaje a las personas y cargo del Gran Maestro, debidamente instalado y estricta obediencia a los edictos de la Gran Logia; declarar que no esta en las facultades de ningún hombre o reunión de hombres, hacer innovaciones en el dogma de la fraternidad; asistir puntualmente a las sesiones de la Gran Logia al recibir oportuna invitación y cumplir todos los deberes masónicos en los casos oportunos; Declarar que ninguna logia puede fundarse sin el permiso de la Gran Logia; y que no debe reconocerse ni apoyarse logia clandestina ni persona recibida en ella, por ser esto contrario a los antiguos Preceptos de la Orden; declarar que nadie puede regularmente ser admitido masón o miembro de una logia constitucional, sin previo informe y averiguación debido a sus condiciones; no recibir en la logia visitadores desconocidos, sin previo riguroso examen, y de ser posible, tener testigos que los hayan visto iniciar o trabajar en logias con ellos.
DEL MASON PARA CON LA ESPOSA
El matrimonio es consecuencia de una reciprocidad de amor y de respeto, y se efectúa por relaciones de atracción, sentimiento y voluntad.
La unión conyugal eleva a los esposos y estimula en ellos la práctica de las virtudes. El padre de familia penetrado de sus altos deberes, borra vicios y flaquezas, domina sus pasiones para no sonrojarse ante sus hijos y para no darles el oprobio por herencia; y cuando ese padre es masón, sabe que los hijos son depósito sagrado de fecundo amor, que como remaje opulento se ciñe al viejo tronco del que dimana la savia de la educación y el apoyo del ejemplo de la virtud; establecer la paz en vuestro hogar y para ello bastará que os améis, estiméis y respetéis recíprocamente, pues así llegaréis a comprender que para los que saben amarse, nada hay tan hermoso como la vida en que los dos seres se amalgaman en la dulce fusión de una sola voluntad.
No debéis olvidar jamás que la mujer es vuestra igual, que debéis tratarla siempre con respeto, con moderación y con cariño. La debilidad femenina debéis entenderla con ternura, consagración y sacrificio espontáneo. Ella será vuestra colaboradora más decidida, vuestro punto sentimental de apoyo en los tumbos de la vida, hada generosa de todas las grandezas espirituales, a ella debéis acudir en vuestras tribulaciones y en vuestras alegrías. ¿Quién mejor que ella, sabrá alimentar una bella esperanza y curar con un beso las más hondas heridas del alma ?. Por ello debéis colocarla a la misma altura en que estáis colocado, instruyéndola, estimándola y levantándola hasta la sublimidad de nuestra enseñanza masónica si queréis labrar vuestra felicidad y contribuir a la felicidad universal; pero al mismo tiempo debéis ascender hasta la cúspide radiosa de su espiritualidad, porque la mujer, esencia pura de los más nobles sentimientos, busca incesantemente las emanaciones del alma, y al no encontrarlas en el compañero que el destino le deparó, sufre la nostalgia del reino del espíritu frente a las flores marchitas de sus sueños que moja la lágrima de la decepción.
La masonería, que es la única institución que vive para la moralidad, nos recuerda y enseña siempre nuestros más altos deberes, y así espera lograr la indisolubilidad en la unión de dos existencias, hechas a base de amor y no de férreas tiranías legales. Procura para ello, forjarse verdaderas ligas de afecto, de cultura intelectual y sentimental, pues es así como se forman lazos atractivos y durables. La masonería perfecciona en absoluto el matrimonio consagrado por la ley, porque lo eleva con sus enseñanzas.
Nuestro Código Moral Masónico al regular los deberes que tenemos para nuestros semejantes y con nosotros mismos, regula igualmente los que tenemos para con la mujer y los que impone el doble carácter de esposo y de padre. Recordad siempre queridos hermanos, en vuestras horas de triunfo o de fracaso, de tranquilidad o de violencia, de prosperidad o de adversidad, que tenéis una mujer a la que debéis miramientos y consideraciones que ella de nadie espera más que de vos, la dulzura, el razonamiento, el buen sentido y la cordura, os deben guiar en vuestro trato con vuestra esposa, pues no olvidéis, como bien lo sabéis, que en nuestro seno hay hombres que practican la virtud, alimentan el bien y enseñan la moral
A LA ESPOSA DEL MASON
SEÑORA: Vuestra misión en el hogar es de paz, de dulzura y abnegación; a vos está encomendada la parte sentimental de la unión matrimonial; pero ésta no es solo vuestra obra, puesto que desde hoy en adelante, sois punto principalísimo de apoyo en los éxitos de vuestro esposo. No olvidéis jamás, por lo tanto que cuando éste no encuentre en el hogar la franca colaboración, cuando en él y en su obra no está identificada la mujer, pierde todo su esfuerzo y todos sus nobles aspiraciones se embotan en el desconsuelo y en el silencio triste de los que se sienten aislados en la lucha por la vida. Para lograr esto, debéis poner mayor suma de esfuerzos, que hoy lleven hasta conseguir poneros al nivel natural de vuestro esposo; estudiar siempre la vida en todas sus manifestaciones, que así sabréis llevar en un momento oportuno la luz de vuestro compañero; y así como vais hasta él, haced también que venga él a vos, a vuestra espiritualidad, a la sutileza de vuestras idealidades, a toda esa aureola de sentimentalidad que gallardamente corona, como búcaro gentil, a todo cerebro de mujer.
Unos consejos sanos, una bella administración de las facultades del hombre, un hogar limpio, lleno de sol y de alegría, una sonrisa oportuna, una caricia a tiempo, un dulce consuelo en los embates de la lucha, una cuidadosa fidelidad del honor y de los intereses del esposo, tales son los deberes fundamentales del matrimonio Confiad siempre en vuestro esposo y así lo haréis, confiar en vos y en él mismo; no deis pábulo a habladillas malintencionadas que, provocando los celos, matan todo el amor y todo el respeto; creed siempre más en lo que diga vuestro esposo que en lo que aseguren los extraños, y así consolidaréis vuestra felicidad.
En donde quiera que haya un masón, señora, y los hay en todas partes del mundo, ese masón combatirá a pecho descubierto por vuestro honor, por vuestra tranquilidad y por vuestra felicidad. En cada uno de nosotros tendréis un apoyo y un amigo, y si os encontráis desamparada, acudid a nosotros, que os remediaremos vuestros males, nos encargaremos de vuestros hijos, satisfaceremos vuestras más apremiantes necesidades. Os habéis casado con un masón con un hermano nuestro y tenéis derecho a nuestra ayuda y protección decidida.
Se ha dicho que el hombre en una parte de un todo, que aislarse es mutilarlo y que unirle debidamente es completarlo. Otro tanto puede decirse de la mujer. Para que la unión conyugal pueda producir todo lo que la sociedad tiene derecho a esperar de ella, es necesario que la mujer se cultive, posea una educación suficiente para que comprenda a su marido y que tenga anhelos de progreso, todo dentro de las altísimas enseñanzas que la masonería prodiga; sed pues, una verdadera y cumplida esposa del masón para que toda vuestra vida esté iluminada por la luz de la razón que, que como antorcha siempre flamante, hace distinguir la verdad del error y disipa las preocupaciones, los perjuicios y los temores. Ahuyentad los oropeles de la moral convencional y regios por las nociones eternas de la moral absoluta, nociones claras y comprensibles al cerebro y satisfactorias para vuestro corazón; moral que, por estar basada en la Naturaleza no puede menor que ser absoluta.
SEÑORA aprovechar nuestras prácticas y prédicas y contribuir con vuestra labor al engrandecimiento de la obra que nosotros realizamos como eternos obreros del bien. Cuidad de vuestra felicidad, de esa felicidad que sólo una vez pasa por nuestra vida al alcance de nuestras manos, y que dejamos escapar por punible inconsciencia o por execrable egolatría. En recuerdo de ese amor, de esa sensación, de esa esperanza, de ese ensueño, sed siempre la novia muy amada y muy amante que siempre espera asomada al balcón de la felicidad.

lunes, 23 de octubre de 2006

GRADOS MASÓNICOS BÁSICOS

1ª PARTE
Los dos primeros grados masónicos constituyen una sublimación simbólica de los dos grados profesionales en los que se encuadraron los constructores medievales. En una primera etapa, los antiguos masones de las cofradías del oficio, tanto escoceses como ingleses, conocieron, en opinión de la mayor parte de los historiadores especializados en el tema, solamente un ritual de iniciación común para compañeros y maestros. Los primeros rituales específicos para los Aprendices aparecieron, más tarde, en Escocia. Sin embargo, en este país, y no en Inglaterra, los masones de oficio estaban organizados profesionalmente en los tres niveles de aprendiz, compañero y maestro, ya que en Inglaterra, los maestros no eran sino compañeros en posición de conseguir trabajo y de presidir las tareas de los restantes profesionales de su equipo o logia, para realizar los proyectos de quienes encargaban o patrocinaban las obras. Los maestros escoceses contaban, en el siglo XVII, con un ritual para la transmisión ³de la Palabra del Masón², que estuvo en el orígen de lo que después fueron los métodos rituales de la Masonería simbólica.
La creación del tercer grado simbólico fué consecuencia de la necesidad de proyectar simbólicamente la figura del maestro constructor escocés, tal como existía en el siglo XVII, cuando eran numerosos los masones aceptados en los diversos talleres escoceses. Recordemos que el Maestro masón simbólico ha de poder armonizar lo inmanente con lo trascendente, como premisa de su construcción espiritual. A partir de ahí, su búsqueda constructiva debe ir más allá y, por ello, su edad simbólica es de siete años y más...
Pronto, el mismo proceso evolutivo hacia la simbolización filosófica que dió origen al tercer grado, movió a algunos a reunirse para reflexionar juntos sobre temas implícitos en la densa síntesis que constituye ese grado y que no parecía oportuno tratar en reuniones o tenidas ordinarias, dada la necesidad de desarrollar en ellas la temática de interés general. El tercer grado es, realmente, el primero de los grados superiores del método iniciático masónico en general. Sin embargo, el despliegue de su contenido potencial ha dado lugar a una variedad de lo que en términos filosóficos docentes se suele llamar ³escuelas², diferenciables por su sistemática. Puesto que el método masónico de ascesis es gradual y ritualizado, surgieron, durante los últimos tres siglos, sistemas rituales condensados en lo que llamamos Ritos, con distinto número de grados complementarios del tercer grado fundamental, aunque manteniendo todos ellos la unidad básica en los tres primeros.
2ª PARTE
La ceremonia de recepción del Aprendiz en la Logia pone de relieve los dos aspectos del ritual de iniciación a los que aludíamos anteriormente (ver en "Archivo"):
El neófito es aceptado por la comunidad de modo solemne y presta ante ella juramento de sinceridad, lealtad y honestidad, comprometiéndose a trabajar en la búsqueda y exaltación de los valores humanos esenciales o espirituales, para su propio bien, el de sus Hermanos y el de la Humanidad, dedicando su esfuerzo a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo*. Por otra parte, es el Venerable Maestro de la Logia quien le recibe como nuevo masón, transmitiéndole, desde ese momento inicial, un quantum de la Tradición contenida en el Rito, a través de sus explicaciones y de sus actos.
El candidato jura que se propone ser un buscador de la Verdad (de sus parcelas de la Verdad) unido a sus Hermanos, apoyándose en ellos y apoyándoles con el mismo fin. El hecho exalta la sociabilidad del hombre como virtud que puede y debe ser elaborada desde la autenticidad del individuo. Ésa es la diferencia respecto a la simple adhesión a una causa justa (partido político, ONG, etc.). La Humanidad no se reduce a los "Hermanos", pero éstos la simbolizan. Son iconos del resto de la Humanidad, a la que nos debemos como piedras del Gan Edificio, talladas lo mejor posible. La Masonería es una fraternidad iniciática que simboliza, en miniatura, la Fraternidad universal a la que se aspira. La comunidad íntima en la que pasa a integrarse el Aprendiz será la más sensible a la naturaleza y calidad de sus hechos, porque es en el seno de esa comunidad donde el masón puede "explicarse" abiertamente, recibiendo en ella el análisis que hagan sus Hermanos. Por tanto, cuando se le pregunte si es masón, su respuesta debería ser: "Como tal me reconocen mis Hermanos"; porque es de ellos de quien recibe el primer reflejo de su propia evolución.
El Aprendiz masón debe guardar silencio durante su permanencia en el recinto de la Logia. El silencio ritual invita y acostumbra al Aprendiz a analizarse a sí mismo antes de emitir un juicio sobre lo que oye o ve, asegurándose de que su entendimiento no está mediatizado por sus propias pasiones. Por otra parte, recogiendo la tradición de los antiguos masones o constructores de oficio, no debe revelar los secretos del Taller** a nadie, ni siquiera a los Hermanos ausentes, cuando se reencuentre con ellos. Esta regla se extiende a todos los miembros del Taller. Se trata de otro símbolo iniciático y no de la práctica de un absurdo y mal entendido secretismo masónico:
Los secretos a los que aluden los rituales masónicos son aquellos símbolos que representan lo esencial, encubierto o velado para el razonamiento materialista en general, pero hallado en un proceso personal íntimo de búsqueda desarrollado metódicamente. Como referencias metodológicas sintetizadoras se utilizan palabras, toques y signos que en masonería reciben el nombre de secretos del grado. Guardar los secretos del grado para debatirlos en la logia, entre iniciados que siguen un mismo curso, no significa que las conclusiones personales a las que en esas circunstancias llegue el masón, y que son suyas, no puedan ser expuestas y razonadas por éste continuamente, dentro y fuera de la Logia. La íntima comprensión y vivencia de "lo secreto" (su realización interior personal), tiene como meta la gradual transformación del individuo, su mejora. Y esa mejora ha de ser perceptible externamente.
Con la expresión secreto se hace referencia a una verdad velada o encubierta que va a ser abordada siguiendo un método ritualizado. El método se basa en el desarrollo de principios o valores arquetípicos, expresados mediante símbolos. La divulgación del método es inútil, ya que está concebido para ser trabajado en fraternidad. Un hombre que no esté dispuesto a iniciarse y que no haya emprendido libremente el camino de la Iniciación (de la forma de iniciación que propone la Masonería) no aprende a "moverse" mental y anímicamente dentro de las líneas o sendas trazadas por el método ritual masónico. Cuanto ocurre en el interior de una logia pertenece al secreto de la intimidad iniciática que cada Hermano prosigue a nivel personal. El secreto de confesión tiene el mismo sentido y merece el mismo respeto.
Por otra parte, hay que subrayar algo más: en la transmisión de palabras e intenciones de terceros, debemos proponernos imperativamente evitar transferir nuestras propias debilidades, errores o pasiones. El proceso iniciático es íntimo e inexpresable mediante palabras. El Aprendiz debe asimilar y reflejar en sus hábitos este principio de convivencia fraternal.
La formación del Aprendiz consiste en la recepción de la parte preliminar de la Tradición masónica secular, a fin de que sea él mismo quien estructure su pensamiento, aprendiendo a pensar por sí y a desarrollar su capacidad de discernimiento, liberando su ánimo de pre-juicios. En el primer grado, deberá disponerse a buscar y captar la dualidad de la que todo se compone y a no ver incompatibilidades en las oposiciones, sino aspectos complementarios e interactivos que, fundidos o sintetizados, forman aquello que sea objeto de su análisis. De lo binario, fuente del movimiento dialéctico, emerge la tríada, cuyo símbolo es el número Tres y cuya forma es el Triángulo. El Aprendiz debe concentrar su atención en esto. Para ello, habrá de ejercitarse en la formación de silogismos compuestos por una tesis, una antítesis y una síntesis, como enseña la dialéctica académica, pero haciendo que la síntesis vaya más allá de lo simplemente evidente y habituando su raciocinio a la aceptación real de tales síntesis en su vida diaria, viendo, por ejemplo, "la estabilidad" como síntesis de la oposición representada por la atracción y la repulsa, de igual forma que lo activo y lo pasivo producen "lo neutro" o que en el instante que llamamos "el presente" está contenido todo el pasado y todo el futuro de una vida.
Decía Oswald Wirth que la inteligencia y el conocimiento brotan tanto de la razón como de la imaginación. Así es la dialéctica poética del simbolismo masónico.
* "Gloria", según los diccionarios, significa "esplendor, magnificencia" y también "lo que da fama, lo que se atribuye a". El trabajo masónico, en las logias tradicionales, se dedica siempre al Principio creador del que es manifestación u Obra todo el Universo. La Verdad absoluta es la meta (directamente inaccesible) a la que tienden nuestros modestos trabajos como masones. Por ello dedicamos nuestro esfuerzo a su esplendor y magnificencia.
** Los antiguos masones constructores de templos y edificios, cuyos utensilios y métodos de trabajo sublimamos los masones, simbolizándolos, guardaban celosamente sus "secretos profesionales" por razones laborales y de protección frente a la competencia. La palabra "secreto" tiene, en la Masonería simbólica actual, un valor filosófico y metodológico.


http://www.logiagenesis.com/trabajosmasonicos.htm

ENSEÑANZA PITAGÓRICA

ARMONÍA DEL COSMOS
Pocos filósofos y muchos menos han sido los científicos que hayan sabido encarnar sus enseñanzas con elementos sensibles con tanto acierto como Pitágoras. La famosa armonía de las esferas de la enseñanza pitagórica primitiva era mucho más profunda que la mera conjetura de la consonancia de las notas que los astros producen en su movimiento.
Para Pitágoras la visión fundamental consistió en que el universo es un cosmos, un todo ordenado y armoniosamente conjuntado. El destino del hombre consiste en considerarse a sí mismo como una pieza de este cosmos, descubrir el lugar propio que le está asignado y mantener en sí y en su entorno, en lo que está de su parte, la armonía que es debida de acuerdo con el orden natural de las cosas.
La armonía cósmica entendida en este sentido fue probablemente una audaz conclusión de madurez a la que Pitágoras llegó a través de la observación de la congruencia de sus consideraciones científicas sobre números, figuras, notas musicales, con las ideas orientales sobre el alma, los astros y la divinidad.
Los números constituían el armazón inteligible de las formas en la aritmética figurativa de los pitagóricos, construida por ellos mediante piedras (psefoi, cálculos). Al mismo tiempo los números desvelaban las proporciones que regían las consonancias musicales. ¿No era natural ver en el número el principio inteligible a través del cual el cosmos divino gobernado por el espíritu manifestaba al hombre su armonía interna?.
Según cuenta Porfirio (Vita Pyth. 30-31) y Iámblico (Vita Pyth. 64-66) en un pasaje que toman de Nicómaco de Gerasa (ca 50-150 d. de C.), quien por su parte parece hacerse eco de fuentes pitagóricas antiguas, Pitágoras "dirigía su oído y su espíritu hacia las sublimes consonancias del cosmos gracias a una inefable capacidad divina difícil de imaginar. Con ello oía y entendía él solo, según explicaba, toda la armonía y el concierto de las esferas y los astros que en él se mueven".
La música era a la vez entre los pitagóricos el símbolo de la armonía del cosmos y un medio para lograr el equilibrio interno en el espíritu mismo del hombre.
EL JURAMENTO PITAGÓRICO
Bajo diversas formas se ha conservado una breve fórmula pitagórica de difícil interpretación que, según es de suponer, contenía algo muy cercano a la quinta esencia del espíritu pitagórico. En la versión más corriente reza así: "No, por Aquél que ha entregado a nuestras almas la Tetraktis, una fuente que contiene las raíces de la naturaleza eterna".
Al parecer constituye un juramento de secreto sobre el contenido de la enseñanza pitagórica, reservado a miembros de la comunidad exclusivamente. "Aquél", por supuesto, es Pitágoras mismo, a quien los pitagóricos primitivos no osaban nombrar. La Tetraktis, o cuaterna, consiste probablemente en los números 1,2,3,4, que conjuntamente solían representar los pitagóricos en esta forma figurativa
¿En qué sentido la Tetraktis podía ser "fuente de las raíces de la naturaleza eterna"?. Según parece, la Tetraktis alude a la iluminación pitagórica inicial y fundamental sobre las proporciones numéricas que rigen las notas musicales consonantes: el tono (1:1), la octava (1:2), la quinta (3:2) y la cuarta (4:3). Más adelante tendremos ocasión de considerar en detalle los experimentos musicales con cuerdas que pusieron de manifiesto tales proporciones. En la experiencia pitagórica esta observación debió de constituir el estímulo decisivo hacia la extrapolación cuasimística de que el cosmos es en algún modo alcanzable a través del número. Tal vez es en este sentido en el que se exalta la Tetraktis como fuente del conocimiento de las raíces de la armonía de la naturaleza eterna, en el cual se basa la existencia pitagórica.
Se puede uno preguntar: ¿cuál fue el sentido del secreto pitagórico que el juramento solemnemente impone?. Entonces, como hoy, el secreto compartido constituye un fuerte vínculo de conexión de los miembros de una comunidad reducida. La comunidad pitagórica llegó a tener una complicada organización interna, con largos períodos de noviciado, pruebas de silencio y de robustecimiento del espíritu a través de experiencias encaminadas a fomentar la humildad y la asimilación paulatina del espíritu pitagórico. Muchas de las doctrinas esotéricas de los pitagóricos se prestaban, fuera de su contexto total, a malentendidos que era conveniente evitar. Las mismas enseñanzas matemáticas cobraban probablemente un halo especial colocadas dentro del ambiente de los iniciados pitagóricos, constituyendo para ellos un soporte de su camino de vida con un significado que va mucho más allá del carácter de mera curiosidad especulativa que podía constituir para los espectadores externos. Por otra parte, en la vida religiosa de la Grecia contemporánea a Pitágoras abundaban extraordinariamente los misterios o ceremonias asimismo secretas de iniciación y purificación progresiva, con la finalidad de provocar en el espíritu del iniciado un estado de veneración, fervor religioso y entusiasmo místico, llevadas a cabo en una parte oculta del templo. Los festivales nacionales de Delfos, Eleusis, incluían misterios celebrados con genuina exaltación religiosa. Parece muy probable que Pitágoras adoptase en la tarea de formación de sus adeptos los métodos y técnicas que había observado ser de gran eficacia.
Este rasgo secretista de la enseñanza pitagórica primitiva fue mitigado más adelante. El "No" rotundo del juramento aparece convertido en sí en los Versos Aureos, una compilación de enseñanzas pitagóricas escrita probablemente en el segundo o tercer siglo después de Cristo, teniendo a la vista fuentes mucho más antiguas, y destinada a expandir la doctrina pitagórica a todos los hombres.
He aquí algunas de sus consideraciones c on más probabilidad de pertenecer al pitagorismo primitivo.
" Honra ante todo a los dioses inmortales, como manda la ley,
y observa el juramento. Honra también a los nobles héroes
y a los dioses del mundo inferior con las ofrendas prescritas.
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9. ...... acostúmbrate a ser señor
10. ante todo de tu vientre, del sueño, de la lascivia y de la ira. Nunca hagas nada vergonzoso ni con otros ni contigo mismo; sobre todo avergüenzate de tí mismo....
17. Hay dolores fque llegan a los humanos por designio divino. Por ello
18. cuando la fatalidad te alcance, sopórtala y no la lleves mal.
19. Remédiala, cuanto de tu parte esté y piensa
20. que el destino al que es bueno no le reserva mucho de ella.
....................................................
40. No dejes que el sueño suave llegue a tus ojos
41. antes de que hayas repasado en tu mente por tres veces cada una de tus acciones del día.
42. "¿En qué he faltado? ¿Qué he hecho? ¿Qué he omitido?".
43. Comienza desde el principio y recórrelo todo.
44. Si has hecho algo mal, arrepiéntete; si has hecho algo bien, alégrate.
46. Esto te conducirá por las huellas de la virtud divina.
47. Si, por Aquél que ha entregado a nuestra alma la Tetraktis
48. fuente de la naturaleza eterna".
INMORTALIDAD DEL ALMA
Porfirio, en su biografía de Pitágoras (Vita Pyth. 19) transmite un testimonio de Dicaiarcos un alumno de Aristóteles, que resume las enseñanzas de Pitágoras en estos cuatro puntos:
(1) Que el alma es inmortal.
(2) Que las almas cambian su lugar, pasando de una forma de vida a otra.
(3) Que todo lo que ha sucedido retorna en ciertos ciclos y que no sucede nada realmente nuevo.
(4) Que hay que considerar todos los seres animados como emparentados entre sí.
La creencia pitagórica del origen divino del alma viene expresada en los versos áureos cno las siguientes palabras:
63. "Pero tú ten ánimo. De naturaleza divina son los mortales".
Este aspecto de la filosofía pitagórica aparece fuertemente emparentado con la mentalidad del orfismo, un movimiento religioso que, probablemente viniendo de oriente, se instaura en Grecia empezando por Tracia en siglo VI a. de C. La Grecia anterior al siglo VI tenía en los libros homéricos un equivalente de las escrituras sagradas de otros pueblos. El pensamiento de un alma inmortal es totalmente ajeno al espíritu griego antiguo. Pero al parecer esta situación cambió radicalmente a partir del siglo VI, muy posiblemente bajo la influencia de multitud de movimientos religiosos que procedentes de Persia, de la India ñyñ de Egipto, se asentaron en el mundo griego. De hecho el panorama de creencias religiosas es totalmente diferente en el siglo IV a. de C. El orfismo tenía a Diónisos como dios y a Orfeo como su sacerdote, reuniendo cierto sentido místico con una ascética de purificación. El espíritu humano procede de otro mundo y se encuentra como desterrado en este, encadenado al cuerpo por la sensualidad. Existe un mundo de acá y otro de más allá y la vida debe vivirse como una fuga de lo terreno.
Muy probablemente Pitágoras amalgamó elementos órficos con otros, posiblemente de origen persa, como el del eterno retorno que aparece mencionado en el punto 3 de Diocaiarcos, y con sus propias concepciones sobre la constitución del cosmos y sobre el modo concreto de purificación a través de la contemplación, dando primacía al elemento racional y matemático sobre el poético de aquellas cosmmogonías primitivas, para producir una síntesis que resultó profundamente atrayente no sólo para sus contemporáneos, sino para los muchos movimientos de inspiración pitagórica durante más de diez siglos.
Al parecer, en el modo de vida de los pitagóricos primitivos la metafísica como tal era poco importante. Lo que verdaderamente importaba era la vida pura, concretada en la armonía del alma con el cosmos, que habría de concluir con la liberación del alma del círculo de reencarnaciones. Lo que importaba era la elevación del alma al cielo de los bienaventurados tras la muerte.

LA ESCUADRA Y EL COMPÁS


Una de las características fundamentales de la labor pedagógica de la Masonería estriba en el uso del símbolo como canal de comunicación y la representación de conceptos e ideas con los útiles de los antiguos constructores medievales.
Si preguntáramos incluso en el mundo profano cuál es el símbolo más universalmente extendido y que mejor expresa el origen filosófico de la Masonería y sus ideales, éste sentía sin duda el de la Escuadra y el Compás. No se trata tanto de una dualidad opuesta como complementaria y, en cualquier caso, se trata de dos instrumentos que permiten la realización de tareas que competen a dos estructuras geométricas en el plano completamente diferentes y contradictorias: el cuadrado y el círculo. Del mismo modo, si ignorásemos cualquier otro instrumento propio de las Log.·., bastaría con conocer el cometido de la Escuadra y del Compás en el simbolismo masónico para reconstruir a partir de ellos toda la filosofía de la F.·.M.·..
Escuadra y Compás, por su amplitud simbólica, son en sí mismos libros mudos, no es raro que sean equiparados en las logias al Libro de la Ley Sagrada, que transmite la idea trascendental del ser humano, y que los tres constituyan las "Tres Grandes Luces" que deben iluminar la senda del masón. La función de la Escuadra es medir magnitudes del mundo material, mientras que el Compás mide ángulos; el primero supone una aproximación al mundo de la cantidad, el segundo al de la calidad y la esencia. Por esto mismo el cuadrado que puede trazarse con la escuadra es el símbolo del mundo material y el círculo que surge del manejo del compás lo es del espiritual. No es casualidad que en algunas pinturas medievales se asimile a Dios con el Gran Arquitecto del Universo, representado con su atributo de creador: el Compás.
Tradicionalmente se interpreta en las Log.·. el Compás como la representación de la Igualdad, pues la distancia entre el centro de la circunferencia, que se establece con uno de los brazos del Compás y que representa el masón, y cualquiera de los puntos de su trazado es siempre la misma. Del mismo modo cabe también otras interpretaciones de dicha herramienta en la iconografía del Tall.·. .Una vez en uso el Compás en las Log.·. muestra generalmente dos angulaciones: abierto a 90º indica el ángulo que no se puede superar, el límite de la manifestación y, por esto mismo, el equilibrio entre sus dos brazos; abierto a la mitad, sus 45º sugieren equilibrio entre fuerzas antitéticas, situadas de manera dinámica y constructiva.
Podemos utilizar interpretaciones también en algunas decoraciones de edificios en este caso ordenados construir por masones. Así precisamente puede verse un compás manejado por la musa Urania acompañando a Saturno en la cúspide de la Casa del filántropo Joan Xifré en Barcelona. En este friso puede verse a la musa embarazada como asimilación a Balkis, la Reina de Saba, amante de Hiram Abiff que, tras abandonarlo y resultar asesinado por Jubelón, Jubelas y Jubelai, quedó embarazada de él; de este episodio simbólico de la leyenda de Hiram es por el que los masones toman el nombre de Hijos de la Viuda. Utilizando esta asociación de Urania con Saturno podríamos afirmar que en la cosmología masónica el Compás es, al mismo tiempo, el emblema de la Geometría y la Astronomía, mide las angulaciones de la tierra y del cielo y permite insertarse en las interpretaciones de ambos mundos. No es raro, por lo mismo, que originariamente Saturno fuera una divinidad agraria y que su relación con el Compás estuviera motivada por la necesidad de roturar y medir las tierras.
Toda la movilidad del Compás es fijeza en la Escuadra. Así hay que entender la joya que la representa colgando del collar del V.·.M.·. de la Log.·., su voluntad no puede ser otra más que la de hacer cumplir las Constituciones y los Estatutos de la Or.·. . Es libre solo para eso; pero para acceder a ese noble rango debe necesariamente hacerse acreedor del otro atributo derivado de la Escuadra: la rectitud que lo debe caracterizar por encima de cualquier otra virtud; no deberá ceder a la debilidad, tendrá la rigidez propia de quien quiere imponerse sobre la materia y aspira a ser perfecto y la perfección se mide por el grado de identificación con lo establecido en las Constituciones.
Fijémonos como los dos símbolos de la Escuadra y el Compás nos sugieren, en su simplicidad, las tres situaciones posibles en el terreno espiritual. Siendo la Escuadra el instrumento a través del cual se delimita y trazan las formas posibles del mundo material, cuadrados, rectángulos, líneas rectas, el Compás, por el contrario, delimita un círculo tenido como imagen de lo Absoluto, de aquello que tiene principio y fin en sí mismo. Así pues, la Escuadra simboliza la tierra, el Compás el cielo. Cuando veamos a la primera superpuesta al Compás esto nos indicará una situación de dominio de la materia; si, por el contrario, Escuadra y Compás se muestran entrelazados, tal situación nos advertirá sobre el equilibrio de fuerzas entre mundo material y mundo espiritual. Y si, finalmente es el Compás el que se superpone a la Escuadra, quedará claro el dominio espiritual. Pues bien, esto que parece simple y concluyente define los tres primeros grados de la Masonería, sus contenidos simbólicos y sus calidades metafísicas: Aprendiz, Compañero y Maestro.
Por analogía podríamos identificar las letras griegas gamma ( G ) con la escuadra y lambda ( l ) con el compás. Como es sabido en Mas.·. uno de los símbolos más habitualmente utilizados es la letra G inserta dentro de una estrella. La G corresponde a la gamma y de la misma forma que la geometría - cuya inicial es precisamente la G- es la quinta ciencia en la enumeración de las artes liberales, la quintaesencia del mundo manifestado y simbolizado por las cuatro gammas que forman la svástica que podrían simbolizar en evolución, así mismo, la estrella de cinco puntas. Este símbolo suele aparecer entre la Escuadra y el Compás y puede interpretarse también como la tercera de las tres Luces, representando el Libro de la Ley, cuya imagen simboliza la trascendencia de los valores de la humanidad. Estos valores se desarrollan interiormente dentro de cada individuo y con el trayecto en la F.·. M.·. el masón da forma a la interpretación del Secreto Masónico. Podemos deducir de aquí el uso de la expresión "entre la Escuadra y el Compás" como termino que refleja el secreto masónico y aquello que no se comunica al mundo profano o queda en la intimidad de los masones.
De la misma manera encontramos el uso de esta expresión, "entre la escuadra y el Compás", en el vocabulario masónico como término que indica que el francmasón se encuentra guiado por los Antiguos Usos y Costumbres de la Masonería, en el caso que cupiera la duda de que los Land Marks estuvieran siendo vulnerados o que el mismo considerara que su actitud queda respaldada por estos, o por proyección, por sus valores, la equidad y la rectitud.
Desde el punto de vista numerológico también cabe la interpretación desde criterios más esoteristas. El valor de la gamma es 3 y el de la lambda 30, su suma, la suma de la escuadra y el compás es 33, como el número de grados de la Masonería escocesa.
Definitivamente la interpretación de ambas herramientas, individualmente o en conjunto, permiten infinidad de lecturas. Aunque las que aquí aparecen sean cuasi escolásticas en la interpretación tradicional de estos símbolos masónicos, podemos sintetizar hasta este punto que por separado suelen interpretarse como los iconos de la Igualdad y la Rectitud, y que ambas en combinación representan la convivencia dual de dos complementarios en equilibrio: de lo dinámico y lo inamovible, del progreso y la tradición, reflejo totalmente actual de la imagen que pretende trasladar en el siglo XXI la Masonería a la sociedad.

He dicho.

W.·. de Alicante, en el primer día del décimo mes de 6001
Plácido. M.·. M.·.


P.D. : Esta plancha está inspirada en el artículo "Las Dualidades Masónicas" de la revista Disidencias - Publicado en: 2004-07-05 (2752 Lectura

EL MASON: DEBERES PARA CONSIGO MISMO

Por el M:.R:.H:. Julio Carlos Pacheco Girón
Gran Maestro de la Gran Logia Constitucional del Perú
En la vida de cada ser humano, existen momentos trascendentales que impiden un racional y sistemático análisis de su propia conciencia, con el solo objeto de encontrar el origen de sus actos, sus errores, sus motivaciones y una conjunción de sentimientos y propósitos.Junto al reconocimiento de su propia imperfección se une el sentimiento de enmienda, que en la casi totalidad de los casos no se produce, o si ello ocurre, el resultado esta por debajo del nivel de ese noble propósito.
Sabemos que en su ultimo lecho, el moribundo tiene aun unos fugaces momentos de lucidez como para repasar sus actos que inconcientemente el moribundo se busca a si mismo, y luego de comprender su destine, cierra los ojos para entregarse serenamente a lo que llamamos la eternidad. El Masón, al iniciarse en la orden, también ha tenido momentos de indagación coincidencial de si mismo, ha buscado en su interior la intención profunda de iniciarse y en ese lugar casi misterioso que es la Cámara de Reflexiones, frente a si mismo, es decir, frente a lo desconocido, ha pergeñado poniendo lo mas intimo de su ser y su espíritu, unas palabras a modo de testamento, a modo de grabar en un papel los deberes que como Masón debe cumplir consigo mismo y con sus semejantes.
En este lugar, que es necesariamente de recogimiento y en interminables momentos de meditación, donde vemos apenas iluminadas varias sentencias espiritualistas en que nuestra serenidad es sobrepasada por la presencia de retos materiales humanos, en ese medio en que nuestra consciente voluntad lucha contra el temor de lo desconocido, cerrando nuestros ojos y retirando nuestro espíritu a la materia, nos preguntamos: ¿QUE SOMOS?, ¿De donde VENIMOS? y ¿Hacia donde VAMOS?
Que significación hemos dado a nuestra vida hasta ese momento; si nos hemos comportado injusta y deshonestamente. Si esos valores morales y éticos que deben regir a la condición humana no han sido tornados en cuenta por nosotros.
Estas y otras reflexiones vienen a nuestra mente y son necesarias para entrever la respuesta que nos viene a nuestra mente, y son necesarias para entrever la respuesta que nos daremos a nosotros mismos. Y llega entonces, otra interrogante: ¿Que deber tengo como Mas6n para conmigo mismo y para con mis semejantes? Pienso que la mayoría que nos iniciamos, respondemos en nuestro testamento Mas6nico, que nuestros principales deberes son el perfecciona-miento de nuestro espíritu y la elevación de los valores morales, para dar ejemplo de ello a nuestros semejantes y a nuestros descendientes.
Pero, ¿que se requiere para cumplir con estos postulados? TRABAJO, RESPONSABILIDAD, COMPRENSION, ESTUDIO, TOLERANCIA HACIA LOS VALORES DE LIBERTAD, AMOR FRATERNAL, JUSTICIA.
En la aplicación de estos enunciados y su comprensión, esta la respuesta si hemos cumplido los esenciales deberes para con nosotros mismos. Y por ende si nuestra vida espiritual, cual es el de haber cumplido los deberes para con nuestros semejantes.
Uno de los primeros mandamientos del G:.A:.D:.U:. dice: «Ama a tu prójimo como a ti mismo» y que forma parte también de nuestro código masónico. De ahí deducimos que si cumplimos con el prójimo los deberes que debemos cumplir con nosotros mismos, habremos realmente alcanzado un peldaño más en esta larga escalera que es la vida y sus imperfecciones. Esto nos llama a reflexión, ya que aun existe entre nosotros mismos muestras de desprecio, egoísmo y afán de ser los únicos que debemos tener privilegies. Nos cerramos a veces en exclusivismo que no tienen justificación, combatiendo a nuestros hermanos cuando están caídos y vueltos la espalda de la fortuna o la política, y ensalzándoles cuando son poderosos y gozan de los favores del momento. Todo esto desvirtúa esa práctica en la que hemos sido iniciados. Es muy cierto que nuestro espíritu y nuestros valores son un sincere afán de perfección, pero también es muy cierto que solo dentro de un templo Masónico hallaremos las oportunidades y los medios para hacerlo, de esta manera alcanzaremos una elevación espiritual en forma paulatina, consiente y enriquecida con el propio estudio y la maravillosa experiencia de compartir con otros hermanos aquello que buscamos en nosotros mismos.
Decimos que aquel que se siente sujeto a dogmas, pierde su libertad y desde luego, un mas6n no renunciara ha aquello que es su esencia misma.
En la simbología, podemos encontrar ejemplos de otros medios de elevarse, el continué desbaste de la piedra bruta significa trabajo, esfuerzo y dedicación constante. El aprendiz Masón emplea en su labor el mazo y el cincel, que son los elementos de la voluntad y la inteligencia. El trabajo es una condición innata en el Masón. Sus resultados se miden por el esfuerzo realizado y por la inteligencia y dedicación desplegadas en su labor.
Es obligaci6n Masónica el dominio y la disciplina de los sentimientos evitando los desbordes pasionales que muchas veces diluyen las más notables intenciones. Somos masones verdaderos solamente cuando reflejamos una verdadera conducta como tales: nobles, disciplina-dos, tolerantes, fraternos. Debemos orientar nuestra conducta disciplinando nuestras pasiones para llegar a ser virtuosos.
Anteponer el amor al odio, el perdón al rencor, la humildad a la ira, la diligencia a la diferencia, la generosidad al egoísmo y la tolerancia hacia todos y cada uno de los actos de nuestros semejantes.No nos dejemos gobernar por nuestras pasiones y que la posición al Orden en todos nuestros Templos Mas6nicos no sea solamente una manifestación del ritual, sino el sello firme y efectivo que acalle y mengue el tumulto pasional diario.
Nuestras obligaciones son quizás muy difíciles de cumplir, pero ya mismo debemos iniciar el camino que nos lleve a ello. Digamos que para cruzar los océanos, debemos separarnos primero de la orilla. Nuestra atención permanente debe estar fijada en el deber al estudio y la perfección mental. Comprendamos a nuestros semejantes, empezando por comprendernos a nosotros mismos.
Nosce Te Ipsum, es una de nuestras divisas. Conócete a ti mismo, y sabrás como son tus semejantes. He ahí, pues, otro de nuestros deberes.
Y, ¿Cual deber lo situamos en la cumbre de nuestras aspiraciones? La perfección espiritual , sin duda. ¿Que otro signo que el amor y la bondad podemos encontrar para significar una meta de perfección íntima y espiritual? Por medio de ellos es que encontramos la Luz y la Verdad.
La francmasonería es una institución fraternal, cuya meta es la humanidad; tiende a crear el concepto de hermandad entre sus miembros para hacer de la comunidad un conglomerado de hermanos. Fortalece el espíritu y lo perfecciona, para materializar la esencia misma de la fraternidad busca justicia y libertad; pretende crear los cimientos de la Paz Universal.
Debemos pues indagar dentro de nosotros mismos; conocer nuestros sentimientos, interpretar nuestras intenciones, valorar nuestra capacidad. Solo así podemos empezar el camino de una efectiva perfección masónica.
No olvidemos que esas sentencias que describe nuestro código masónico: «EI verdadero culto que se da al Gran Arquitecto, consiste principalmente en las buenas obras» «Haz bien por amor al mismo bien» «Estima a los buenos, ama a los débiles, huye de los malos, pero no odies a nadie» «En la senda de honor y la justicia esta la vida, mas el camino extraviado conduce a la muerte»QQ:.HH:. para comprender el espíritu masónico y saber amar a todo calor y sentido de responsabilidad, tenemos que llegar hasta sus raíces por medio del estudio y captación del buen ejemplo, evitando el cansancio en plena infancia masónica. Ningún hombre resentido, podrá hacer grandeza del alma; nada germina en el que sea digno de encomio, de elogio o de admiración.Y por ultimo, QQ::HH::, cuando se regala un puñado de rosas, siempre queda algo de su fragancia en las manos que dan. Que todos los regalos tengan ese sentido en el hombre que desea hacer el bien; que en sus manos quede la fragancia de la noble acción. Que nos tiendan las manos caritativas hacia el implorante de amor, de hambre y de sed, para hacerle sentir ningún poder, sino para darle alivio a su alma y a su cuerpo, sin ofenderle ni humillarle. La masonería es una forma de vida.

miércoles, 18 de octubre de 2006

MASONES GENIALES: Edwin W. Aldrin Jr.

Pioneros de los Viajes Espaciales
Edwin W. "Buzz" Aldrin,Jr.

Ningún reto ha sido mas significativo que el que enfrentó la ciencia y tecnología moderna, de la epopeya que culminó con la conquista del espacio exterior; al poner una astronave en la luna en donde dos hombres bajan a su superficie, mientras un tercero los espera en órbita para el regreso a tierra.
Solamente una docena de hombres lograron la hazaña, y no ha vuelto a ser repetida por los extraños vaivenes de la política de las grandes potencias; sin embargo, el primer evento transformó para siempre la perspectiva de toda la humanidad, al confirmar que nuestra especie puede alcanzar las estrellas con que soñó el hombre primitivo.
Aunque la propaganda oficial calificó de "super hombres" a todo el grupo de astronautas norteamericanos y cuidó su imagen, reglamentando su vida en férreas disciplinas, la realidad nos muestra la perfectibilidad del hombre que se lo propone, cuando dedica a ello todo su empeño. El ejemplo de nuestro hermano masón
Edwin Aldrin nos permite asegurar que no hay meta que no podamos alcanzar, si nos la proponemos. La breve reseña que aquí presentamos está basada en la autobiografía del propio Aldrin ( publicada por Random House " Return To Earth " ); de ella presentamos el siguiente breve cuadro:
Nació el 30 de Enero de 1930 siendo su madre Marion Gaddys Moon - hija de un capellán metodista de servicio en el ejército - y su padre Edwin Aldrin había sido de los ayudantes del General Billy Mitchel en las Filipinas, empleado como ejecutivo de la petrolera
Standard Oil de Nueva Jersey. Curiosamente el día en que él nació, su pueblo cambió de nombre de Montclair a Glen Ridge, en el mismo estado de Nueva Jersey. Su apodo provino de que su hermana mayor, de pequeña batallaba para decir hermano " brother" diciendo " buzzer" que evolucionó a " buzz".
Su padre regresó al servicio militar durante la 2a. guerra, siendo inspector general del trece avo Escuadrón Aéreo en el Pacifico Sur y en Europa en misiones antisubmarinas, ascendido al grado de Coronel al final de la contienda; de él recibió su inclinación a volar y el deseo de ingresar a la defensa de su país. Su primer vuelo lo hizo en el avión de la Stantdard Oil, con su padre de piloto y él y su hermana de pasajeros; tenia en ese entonces dos años de edad.
Aldrin fue inclinado a la mecánica; desde niño demostró su capacidad para la inventiva, pero la inclinación a los deportes le dio un buen equilibrio, al grado que él mismo se considera que fue un estudiante promedio; esos incluyen aprendizaje de buceo, de campamento y otras actividades que llenaron su juventud de aventuras. Al terminar su preparatoria, habiendo pasado con buenas calificaciones los exámenes de admisión, ingresó a la academia militar de West Pint el 1 de julio de 1947; influyó en ello el patrocinio del Senador Hawkes de su estado natal. Concluyó sus estudios y se graduó cuando cumplía sus 21 años. Ingresó después en la fuerza aérea en donde se especializó como piloto de combate; a él le tocó la fase final de la guerra de Corea en donde derribó 3 aviones Mig.
A su regreso de Corea conoció y casó con Joan el 29 de Diciembre de 1954, estando aún en servicio en la escuela para Oficiales de Escuadrón. Allí ya se puede apreciar su determinación por ser el mejor. Era demasiado competitivo y lo resentían sus compañeros por lo que se hizo el propósito de ser más moderado. Pasó a la Academia de la Fuerza Aérea, en donde actuó como ayudante del General Don Zimmer-man, cuando le nació su primer hijo James Michael el 2 de Sept. de 1955 ( prematuro). Transferido a Alemania fue asignado a los aviones más sofisticados de ese entonces los F100. Allí le nació su hija Janice Rose el 16 de Agosto del 57 y el Terceri Andrew John el 17 de Junio del 58.
En Junio del 59 regresó a su país, solicitando su ingreso a la prestigiada escuela MIT en donde obtiene un doctorado en Ciencias, siendo su tesis " Técnicas de Guía de línea visual para encuentros orbitales tripulados", que terminó en Diciembre del 62 con evidente interés para la NASA. Su solicitud de ingreso del equipo de astronautas la pasó en julio de 1963; el 17 de Octubre del 63, se anunció oficialmente quiénes serían los 14 astronautas del tercer grupo.
La Nasa dividió los programas espaciales en los grupos Mercurio, Geminis y Apolo siendo los del último los que pisarían la luna.
Desde el primer vuelo espacial Mercurio, se había planeado en la NASA cómo debía acumularse información de vuelo espacial tripulado para llegar al objetivo de un descenso en la luna. El programa Géminis llevaba dos astronautas, muy apretados dentro de una cápsula. Aquí se dominó la técnica de la caminata espacial y el acoplamiento en el espacio.
Aquí fue relevante el desarrollo de la técnica - especialidad de Aldrin, de unir dos naves o cuerpos en el espacio, en donde sus teorías fueron la base del desarrollo tecnológico que surgió. Aunque Aldrin no lo esperaba, por un percance en el que pereció un compañero, su equipo fue asignado para el último vuelo Géminis. Fue el primer grupo en simular los problemas de trabajar en el espacio en un tanque - alberca, en donde pudieron resolver detalles de sujeción y maniobras. En esa fecha fue cuando sucedió la tragedia del simulacro en tierra en que perdieron la vida incinerados tres astronautas del programa Apolo.
El 11 de Noviembre de 1966 a la 3:46 P.M. despegó con Aldrin el 12avo vuelo Géminis. En este vuelo se pudieron también probar otras teorías científicas del científico Aldrin. El había elaborado unas tablas de cálculo para localizar su posición en el caso de que fallase la computadora de su enlace con el radar. Este fue el único vuelo en que falló y al utilizar sus tablas probó que un astronauta podía en su computador hacer lo mismo que las supercomputadoras en tierra, tan efectivo un solo hombre como cientos en otras tantas terminales en la base de control. Su caminata espacial estableció un nuevo récord de 5 horas 26 minutos. Cuatro días después, el 15 de Septiembre, la cápsula descendió prácticamente en el punto exacto: se desvío solamente 3.8 millas.
Las tripulaciones de los vuelos Apolo fueron escogidas con mucha anticipación. Aunque todos los astronautas estaban calificados, no se tenía una precisión de quiénes serían los primeros en ir en el viaje lunar. En principio fue asignado como relevo de la 8a misión.
La actividad de preparación fue muy intensa y dura, inclusive entrenamiento de supervivencia en jungla y desierto y estudios adicionales de geología. Se presumía que 5 vuelo pisaría la luna, pero los obstáculos a vencer y la manera sistemática de avanzar uno o dos pasos ( problemas mayores) en cada vuelo hacía probable el vuelo hasta la misión Apolo 11 o 12. Las complicadas maniobras requeridas en el módulo de descenso lunar, la cápsula y la nave de retorno, hicieron muy importante la contribución de Aldrin, a quien apodaban " Dr. Re-encuentro" por su doctorado y su intervención en el desarrollo tecnológico.
Aldrin también intervino en desarrollar los experimentos de navegación a base de puntos de referencia terrestres y el computador de la nave. para lograr una mayor precisión; intervino también el Dr. Richard Batten, uno de los profesores y asesor de tesis de Aldrin con sus teorías de la navegación interplanetaria; de este trabajo se creó un sistema de localización de la nave con auxilio de sextante y el computador de la nave.
El 6 de Enero de 1967 se le notificó que irían en el vuelo lunar del Apolo 11. Días después, Aldrin volvió a tener otra idea genial : el tener las cartas celestes en hojas plásticas negras para no encandilarse y poder efectuar anotaciones en ellas . Esto fue adoptado como norma. La luna es más un planeta que un satélite por su gran tamaño y tenían interrogantes qué resolver: Cómo se originó la luna? Fue formada simultáneamente? Se desprendió de la tierra? O fue atrapada posteriormente?
Estas y muchas otras preguntas les esperaban.
Ellos escogieron el nombre de Columbia para la nave y el módulo lunar Aguila, en honor a Colon y su emblema nacional, sólo que le agregaron una rama de olivo en señal de paz. Eso quedó en la Base Tranquilidad, en el área conocida como Mar de la Tranquilidad, con una placa con la leyenda " venimos en paz por toda la humanidad". A la luna fue también su anillo masónico grado 32, el cual estuvo a punto de perder, y que consideró parte de su " buena suerte". Había pertenecido a su abuelo.
Entre sus pensamientos filosóficos está el que " las guerras y conflictos territoriales son emocionalmente imposibles de entender, las fronteras arbitrarias no se ven desde el espacio". El vuelo no tuvo incidente alguno, las operaciones fueron precisas y sin falta, excepto que el lugar escogido inicialmente estaba lleno de rocas y tuvieron que bajar en un punto más lejano lo cual lograron con 60 segundos de combustible de reserva. El 20 de julio de 1969 a la 4.17: 42 P.M., tiempo del este, anunciaron " Houston" , aquí Base Tranquilidad, el Aguila ha aterrizado". Después de enfundarse en los trajes especiales, a los 10.56 P.M. bajaron, el capitán Neil Armstrong primero, diciendo: "ese es un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad".
Desolación magnifica. La estancia fue de 21 horas y el retorno con un cargamento de rocas lunares también lo fue sin contratiempo, conforme al programa.
Concluyó el viaje de nueve días el 24 de julio. Lo que siguió después de estar inmersos en sus vidas regimentadas de astronautas, fue algo para lo que no estaban preparados. Aldrin había pasado estudiando y preparándose por ocho años. Se convirtieron en prioridad pública de la noche a la mañana.
La prensa, la T.V., los desfiles y festejo, comidas, presentaciones, cenas, discursos que se volvían interminables, día tras día y mes tras mes, fue demoledor. Su viaje mundial fue muy duro para ellos y sus familias, porque trastornó y cambió sus vidas. La hazaña queda allí; para la historia; ellos, los seres de carne y hueso, padecieron igual que cualquier otro llevado a la fama mundial de improviso.
Fueron idolizados por amigos, conocidos, los que los conocieron, los que buscaban alguna ventaja económica o política. Su propio país como golpe de propaganda de alta diplomacia internacional, los regalos, premios, medallas, condecoraciones, sin descartar " las buscadoras de famosos" que los perseguían, por doquier. Aldrin tuvo una crisis nerviosa. El no era muy afecto a los discursos y todo aquel circo, afectó seriamente su vida y su matrimonio.
Su afiliación Masónica fue motivo de mucha correspondencia que siempre contestó; eso se ejemplificó en Chicago , en donde fue huésped de honor en una cena y baile masónico realizado para recabar fondos para el hospital del niños lisiados de ese lugar ( el récord de un donante que aportó cuatro millones de dólares- demuestra su calidad - humana- porque hubo muchísimos más).
Intervino en pacificar el movimiento estudiantil de esa década; Aldrin dijo" no se les escucha en sus problemas".
Después de esto ya no pudo seguir en la NASA; su crisis psicológica lo llevó en forma positiva a encabezar como director general a la Asociación Nacional de Salud Mental, "preocupado por la salud emocional de astronautas, pilotos y científicos, que no están acostumbrados a una vida publica". Huelga decir, que venció su depresión.
El es director o consultor de empresas aeronáuticas, de computadoras, seguros, televisión por cable y televisión por láser.
Su último empleo en el gobierno fue como comandante de la Escuela de Pilotos de pruebas de la Fuerza Aérea, en donde estuvo en 1971 y 1972.
Aldrin tuvo el valor de decir que la depresión es común y se mantiene en secreto. Atribuyó la suya a que sólo se había fijado en metas de corto plazo y al realizar el mayor logro tecnológico de la historia, se encontró que había logrado todo lo que se propuso. Hoy el Coronel Aldrin ( retirado ) dice que su vida comenzó después del retorno: aprendió a vivir de distinta manera. Su esposa compendió que a los famosos habrá muchas que los busquen, pero la firmeza que se logra en la vida cuando se resuelven los problemas humanos le da una calidad especial, esa calidad que nace del conocimiento del perfeccionamiento moral de quien, habiendo logrado hazañas de magnitud épica, logra además dominarse a sí mismo.

QUE SIGNIFICA SER MASON

Por el R:.H:. Manuel A. Ossa
Panamá

La Masonería ha existido por siglos en nuestro mundo, inicial y tradicionalmente agrupaba a los constructores de las grandes obras de ingeniería y arquitectura, quienes formaban gremios con el fin de perfeccionar sus conocimientos de construcción y poder ofrecer al mundo edificaciones que pudiesen hasta donde llega la capacidad del ser humano ser lo mas perfecto posible.
Con el correr del tiempo, y en base a los adelantos tecnológicos, los nuevos inventos y la evolución de las técnicas de la construcción, ligados a que las grandes fortunas monárquicas se fueron extinguiendo, la masonería operativa que tradicionalmente existió, comenzó a ver mermada su membresía, por lo que a principios del siglo XVIII, se comenzó a integrar dentro de las Logias a ciudadanos ajenos a conocimientos y labores propios de las grandes obras arquitectónicas, con el fin de ampliar los conocimientos de los masones operativos en otras ramas y profesiones fuera de la construcción.
Es así que con el ingreso de individuos ajenos a la construcción de obras arquitectónicas que se sientan las bases para la masonería moderna o especulativa, la cual es hoy cada día más vigente. Así como la masonería operativa estaba fundamentada en la edificación de obras arquitectónicas e ingenieriles de altísima belleza y cuasi perfección, al incorporársele la filosofía traída por los grandes pensadores e intelectuales que entraron a formar parte de la Orden, se da pie a la masonería especulativa que se establece como base de la masonería de nuestros días: la construcción, pulimento y fortificación de nuestro edificio interno.
Nuestro edificio interno cuando nacemos es como la piedra bruta de la cantera que es llevada al escultor, quien con su pericia, ingenio y capacidad la convierte en una obra de arte. Durante nuestra vida terrenal, con la educación recibida de nuestros padres, abuelos, maestros, profesores y familiares se nos dan las bases y herramientas para ir esculpiendo ese ser interno, se sientan las bases morales que nos permiten cumplir con nuestras obligaciones como ciudadanos de un país, feligreses o seguidores de un culto o religión, como padres de familia, y para con nuestros semejantes.
Estuve por espacio de casi 40 años expuesto a la Masonería, y aunque conocía que mis dos abuelos pertenecieron en vida a la Orden, y había observado de niño emblemas y símbolos propios de la Fraternidad, no fue hasta hace escasamente un año que me inicié. Recuerdo un día en que estabamos un grupo de amigos departiendo en un almuerzo, que uno de ellos mencionó su condición de Masón, a lo que uno de los comensales con cierta curiosidad quiso averiguar en que consistía la Masonería; su respuesta fue admirable, sumamente sencilla y llena de un mensaje muy profundo -Hacer del ser humano un mejor ciudadano-. En ese momento y habiendo analizado en un momento de meditación acerca de la forma en que debo educar a mis hijos con las bases y valores morales con los cuales fui formado, y en vista de las condiciones en que la sociedad contemporánea actúa, me llamó mucho la atención esa respuesta; y posteriormente dentro de la coyuntura del momento, en un acto sumamente espontáneo le comuniqué a quien hoy es mi Hermano Fraternal que el nieto de Masones estaba listo para solicitar ingreso a la orden.
Unos tres meses después de ésta conversación, otro Masón con quién me liga una vieja amistad, me preguntó: ¿Cual es la concepción y percepción que tienes de tus antepasados?, mi respuesta, personas con una integridad, sensibilidad y valores morales sumamente profundos. En ese momento no podía comprender porqué crecí siendo inculcado por mis progenitores de los más altos valores de moralidad, honestidad, honorabilidad, integridad y sensibilidad social. Hoy en día entiendo muchas cosas y el porque se me educó de la forma en que crecí, no me arrepiento de haber tenido la oportunidad de ingresar a la Orden. Hoy en día siento que estoy reforzando mis valores morales cada día más, lo que me ayudará sin duda, a tener mayor fortaleza y facilidad para inculcar a mis hijos que están entrando en la adolescencia esos conocimientos y valores que mis padres y abuelos, me legaron como herencia. En estos tiempos tan atribulados, falsos, superfluos y vacíos, en los cuales las influencias de los medios de comunicación masiva, las drogas, el libertinaje y otros males que acechan a nuestra sociedad, la conducen por el despeñadero. Es necesario tener bien arraigados los valores del ser interno, ya que no solo en la educación de nuestros hijos se nos hacen sumamente necesarios, sino que en nuestra vida diaria nos vemos abocados a anteponer nuestra moral ante los ataques inmorales y perniciosos de la sociedad.
A tiempos remotos se remonta la historia de la Orden, los historiadores masónicos hacen alusión a las épocas del Antiguo Testamento y a lugares tales como la China, el antiguo Egipto y los Judíos del Cautiverio, entre otros.
Al decir que pertenecemos a la Orden de Masones Libres y Aceptados, se hace rememoran los tiempos de los Romanos, cuando en éste magno imperio se instituye la Collegia Romana, la cual consistía en ordenes o asociaciones de hombres agrupados en base a sus intereses comunes, cuyos postulados básicos eran el compañerismo y el deseo de asociación, particularmente en la Roma de esos tiempos en los cuales el individuo común era sumergido inconscientemente por la falta de una formación adecuada, en la obediencia sumisa por el bien y grandeza del magno imperio, como también por la necesidad económica, en una vida llena de vacíos, situación que propiciaba la formación de asociaciones de hombres pensantes, de la misma forma en que existen las asociaciones de profesionales y los sindicatos laborales de hoy en día.
Estas organizaciones denominadas Collegia se volvieron prominentes y poderosas, se dispersaron de tal forma y con tal poder que empezaron a ser perseguidas por los emperadores. Aún cuando los edictos y persecuciones fueron cruentas, algunos de los Collegia siguieron existiendo. Los emperadores mientras perseguían a los grupos de diversas profesiones, mantuvieron ojos cerrados a los Colegios de Arquitectos y los dejaron existir, convirtiéndolos en agrupaciones libres, es de aquí que ésta palabra cobra sentido en la definición inicial de los Masones. Estos Colegios de Arquitectos al no ser perseguidos, cobraron importancia en el imperio, ya que sin ellos la expansión de éste, y la construcción de las grandes obras y edificios no hubiese sido posible. A éstos Colegios de Arquitectos por la importancia que revestían para el imperio se le otorgaron prerrogativas tales como, el poder viajar entre los diferentes reinos, permitiéndoseles también el mantener sus propias reglas de asociación, así como el de liberar las restricciones que pretendieron y de hecho acabaron con las asociaciones de las otras profesiones.
No todo fue fácil, ya que muchos de los miembros de los Colegios de Arquitectos eran Cristianos, el imperio persiguió al cristianismo cruentamente y por ende a los miembros de los Colegios de Arquitectos, quienes en su momento como medio de supervivencia emigraron fuera de los dominios del Imperio Romano, esparciendo así sus postulados por el resto del orbe civilizado de la época. Es así como se interna la masonería en una brecha bastante difusa para los anales de la historia conocida actualmente, entre la caída del Imperio Romano y el resurgimiento de la época de la Arquitectura Gótica.
Dentro de los estudios efectuados de la historia de la Masonería, se conoce también algo sobre los Comacinos, quienes fueron Masones deportados por el Imperio Romano hacia la Isla Comacina ubicada en el Lago Como, donde generación tras generación mantuvo vivas las tradiciones y secretos del arte de la arquitectura y construcción. No fue sino hasta el momento oportuno en el cual el mundo estuviese preparado para afrontar a los Maestros Constructores, a quienes se les denomina Masones Libres, ya que por sus conocimientos gozaban de privilegios tales como: la absolución del pago de impuestos, esclavismo y con libertad de viajar sin problemas en los tiempos del feudalismo.
Las bases de la masonería moderna se sientan entre el siglo XIII y XIV, cuando empieza el auge de las construcciones Góticas en el continente Europeo, en ésta época se establecen dos categorías de Masones, el local y el libre. Como Masón Local se reconocía a aquel que pertenecía a grupos locales o lugareños y como Masón Libre a quien viajaba esparciendo sus conocimientos a los grupos locales con el fin de ir perfeccionando al constructor en las técnicas del labrado de la piedra y edificación de obras. El siglo XVI es testigo de los primeros pasos en firme hacia lo que es hoy la Masonería Moderna, es realmente en el siglo XVII cuando en Inglaterra se sientan las bases de lo que hoy denominamos Masonería Especulativa.
Así como en los tiempos del Imperio Romano hubo tiempos de libertad y persecución para los Masones de la época, en los tiempos modernos no se escapan los hechos de persecución. La Orden al ser fundamentalmente compuesta por cristianos y un sinnúmero de católicos, teniendo como miembros a hombres de distintas denominaciones sociales y ramas del intelecto humano, vemos que se producen los cismas en la iglesia católica y por motivos propios de la jerarquía eclesiástica se emiten las primeras bulas y excomuniones a los Masones Católicos, las cuales fueron levantadas por el Concilio Vaticano II, allá por los años 60. Dentro de los miembros de la Orden encontramos a la nobleza europea, miembros del alto clero de las iglesias cristianas, particularmente cabe mencionar que papas, arzobispos y sacerdotes de la iglesia católica han pertenecido a la Masonería. Es propicio mencionar aquí, que a fines del siglo XIX en Costa Rica el Padre Calvo, presbítero Católico, funda la Masonería Centroamericana, como testimonio de este hecho, en el museo de la Gran Logia de Costa Rica se puede observar en una urna la mitra de un obispo de Costa Rica con grabados de símbolos masónicos, como prueba de que la masonería ha tenido entre sus miembros a prestantes prelados de la iglesia católica.
La Masonería se ha mantenido vigente a través del tiempo ya que posee unas bases sumamente profundas con postulados inviolables, que aún cuando los rituales han cambiado, éstos postulados o bases se mantienen vigentes. Con la masonería ocurre lo mismo que con la religión hebrea, donde sus miembros mantienen las tradiciones bíblicas aún en nuestros tiempos modernos, razón por la cual su unidad es prácticamente inquebrantable.
La masonería está llena de alegorías e ilustrada en símbolos, ya que se considera que es la forma más segura en la cual las verdades éticas y morales pueden ser más fácilmente transmitidas y enseñadas. Nosotros los seres humanos nos comunicamos por medio de palabras escritas o expuestas verbalmente para entendernos, nosotros mismos para conversar con nuestro ser interior nos basamos en símbolos, o sea, palabras que no pueden ser escuchadas o leídas y cuyo significado es nulo para el indiferente y totalmente lleno para el que desea entender su significado.
Se dice comúnmente que la Masonería es una sociedad u orden secreta, que se profesan magias negras y que dentro de sus ritos hay una serie de penas y hasta que es una secta religiosa que opera en contra de la humanidad. Pues mi querido lector, que equivocado está el mundo con lo que significa la Masonería, todas esas aserciones son totalmente falsas y sin fundamento alguno, ya que la Masonería requiere de sus miembros que como primer requisito se crea en un Ser Supremo o un Dios; segundo, no es una sociedad secreta, sino una sociedad de secretos; y me permito abrir un breve paréntesis en este tema ya que para ilustrar más éste punto deseo aclarar que entonces las uniones conyugales, las empresas económicas, los gobiernos y toda asociación de dos personas o más también son sociedades secretas, sabemos que esto no es así, ya que en la unión conyugal existen secretos, así como los existen en las empresas, gobiernos y toda aquella asociación de dos personas o más con un fin o un interés en común. Se imagina mi querido lector, que se revelaran todos los secretos de una unión conyugal, las opiniones de cada ser humano difieren en la interpretación de un hecho, los secretos del sabio o del inventor que labora en una empresa, si son revelados pudiesen llevar la empresa a la quiebra por difusión e interpretación equívoca o de provecho mundano, pues la masonería no queda fuera de esto; tercero, sí observamos ritos y costumbres muy antiguas en el desarrollo de nuestras reuniones y como base para aceptar a un nuevo miembro, ninguno de éstos ritos y costumbres va contra la sociedad ni el individuo, por el contrario es parte de la vivencia del Masón, es lo que mantiene viva y vigente a la Orden.
Hablando de ritos y costumbres, cuando en la Logia se reúnen los Masones, se observan reglas muy estrictas. Un buen ejemplo que considero ilustrará al lector, es como cuando nos sentamos a la mesa a comer, se observa un ceremonial y etiqueta, las cabezas de familia se sientan en las cabeceras de la mesa y los hijos en los extremos, los platos, cubiertos, vasos y copas se colocan de una forma preestablecida, antes de ingerir los alimentos se eleva una plegaria al Creador, nadie se levanta de la mesa hasta que todos hayan terminado o el jefe de familia así lo indique, etc.; otro ejemplo que podemos citar es el servicio dominical de la iglesia, existe un ritual liderizado por el sacerdote y los feligreses deben mantener un orden, compostura y seguir los pasos del ritual, pues la Masonería dentro de sus ritos hace lo mismo.
Cada vez que hay una reunión en la Logia, debe estar presente como primera condición una Biblia abierta, o tantas Biblias como religiones de las que profesan los miembros presentes, se elevan oraciones al Creador y la alegoría está basada en pasajes bíblicos. En la Logia no se habla ni se discute de religión ni política, entre los Masones existimos de todas las razas y estratos económicos, nuestros postulados nos exigen el respeto y amor al hermano, tal y como como lo ordena uno de los Mandamientos "Ama a tu prójimo como a ti mismo".
Dedicamos nuestras Logias a los Santos Patronos Juan el Bautista y Juan el Evangelista, ya que por sus virtudes los consideramos nuestros faros, y guías en la construcción de nuestro edificio o templo interior, y celebramos para recordarlos las fiestas de los Solsticios de Verano e Invierno en Junio y Diciembre respectivamente.
La admisión de un nuevo miembro requiere de un cuidadoso examen del candidato, entre los requisitos encontramos el antes mencionado que debe creer en un Dios, un ateo no puede ser masón, sus cualidades morales deben ser profundas, un hombre que ha sido procesado por la justicia no puede ser Masón ya que al haber sido procesado y haber o estar cumpliendo una pena es porque violó postulados básicos de ética y moral. Con esto no queremos dar pie a decir que la Masonería es perfecta, somos humanos y nos equivocamos, hemos tenido miembros que han sido expulsados por éstas razones y otros que al no tener pruebas contundentes se mantienen como miembros, sin embargo el tiempo los lleva a renunciar o enmendarse.
Hemos mencionado a miembros de la jerarquía eclesiástica, podemos también mencionar a filósofos, músicos, autores, libertadores, próceres, grandes pensadores, astronautas, profesionales, políticos, y muchos otros que han pertenecido a la augusta Orden, quienes han en su momento y basados en los postulados de la masonería cambiado el rumbo de la historia de los pueblos.
Entre otros podemos mencionar a Simón Bolívar ese paladín de nuestra historia Americana, a George Washington, Benjamín Franklin, Lafayette, José Martí, Benito Juarez, Wolfgang Amadeus Mozart, Jean Sibelius, Franz Joseph Haydn, Giuseppe Garibaldi, Eloy Alfaro, Harry Truman, Voltaire, y muchos otros que convivieron y hoy en día conviven en nuestro medio.
La masonería hace todos los días obras en beneficio social, las cuales no se hacen del conocimiento público en los medios tradicionales de difusión masiva. En los Estados Unidos existen una serie de hospitales con especialización en tratamiento de quemaduras graves, ortopedia y otras ciencias médicas a los cuales asisten para tratamiento personas de las capas económicas y sociales más necesitadas de nuestro medio, sin que les cueste un centavo a sus familias, patrocinados por una organización Masónica denominada los Shriner, también existe la Fundación de Ojos patrocinada por los Caballeros Templarios, y muchas otras a nivel mundial.
La masonería trabaja todos los días, no solo para con sus miembros y familias sino para toda la humanidad, dentro de sus miembros se cuenta con prestantes hombres de la vida nacional involucrados en el día a día por el mejoramiento social de cada país. Todos los meses se envían personas discapacitadas o enfermas a hospitales patrocinados por los Masones para su tratamiento, sin que se promulgue nombres y hechos, ya que consideramos que el hacer propaganda y festinar con acciones de éste tipo va en contra de los sentimientos, calamidades y pesares de las personas y familias a quienes se les brinda ayuda desinteresada.
Jesucristo en varios pasajes evangélicos hace alusión a la humildad y el amor fraternal, nuestra orden se basa en éstos, además de enaltecer el amor fraternal, los valores éticos y morales, y en base a esto es que no promulgamos nuestros hechos con publicidades que puedan ser mal interpretadas por el hombre vulgar y común, cuyos fines pudiesen no ser dignos de encomio.
En ésta época en que el tema del medio ambiente está tan de boga, para nosotros los Masones es y ha sido un postulado muy arraigado desde tiempos inmemoriales, la naturaleza es un don de Dios y debemos protegerla y conservarla, así como protegemos y conservamos las enseñanzas derramadas en la Sagrada Biblia.
He tratado en éste humilde trazado, expresar mis sentimientos al esbozar a grandes rasgos y en un lenguaje que pueda entender una persona que no pertenezca a la Orden las bases y proyecciones de nuestra augusta institución, con el fin de poder establecer un marco de referencia y eliminar ciertos mitos y malas concepciones de lo que es la Masonería y su misión en nuestro medio. Considero que la educación en necesaria hoy en día, ya que la Masonería mundial está cambiando y dándose a conocer como la institución de valores éticos y morales y para el beneficio de la humanidad, postulados que siempre han sido y seguirán estando presentes en la sociedad, y así tratar de ilustrar e instruir sobre nuestra labor, ya que la ignorancia que existe acerca de la Masonería lleva a malas interpretaciones y concepciones indebidas y erradas de lo que es una institución que se ha mantenido a través de la evolución y desarrollo de la humanidad.

domingo, 15 de octubre de 2006

¿LANDMARKS Y DOGMA O LANDMARKS VS. DOGMA?

por M:. R:. H:. Touvia Goldstein

Esta plancha trata de analizar las diferencias y las similitudes de los términos "Landmarks" y "dogmas", fundamentalmente desde el punto de vista de la Masonería y de la Religión. Trataremos de contestar a las preguntas: ¿Es la Masonería una Religión? ¿Permite la Religión a la Masonería? ¿Acepta la Masonería creencias religiosas?
Principalmente aparece el dilema cuando presentamos el planteamiento, que se estima como masónico, que nuestra institución combate el fanatismo y el dogmatismo, doctrina fundamentada sobe Landmarks inamovibles e inmutables que, ni el tiempo ni la discreción humana con el avance cultural, pueden alterar. En otras palabras, aparentemente combatimos el dogma con landmarks inmutables.
¿Son las palabras "dogma" y "landmark" sinónimos? ¿Representan ellas similares, idénticas? ¿Son ellas interpretadas igualmente en todo contexto que se encuentran? También a estas incógnitas trataremos de darles o encotrarles una adecuada respuesta.
Veamos algunas definiciones:

DOGMA:
El diccionario Enciclopédico "Espasa": a) Proposición que se asienta por firme y cierta y como principio innegable de una ciencia. b) Verdad revelada por Dios y declarada y propuesta por la Iglesia para nuestra creencia. c) Fundamento o puntos capitales de todo sistema, ciencia, doctrina o religión.
-El diccionario "Larousse": Punto fundamental de doctrina religiosa o filosófica.
El "Larousse" relaciona el dogma solo a la Religión y a la Filosofía. En cambio el "Espasa" ve la palabra en el contexto de la Ciencia, de la Revelación Divina o como fundamento de sistema, ciencia, doctrina religiosa o filosófica. Es decir le da mas amplitud de aplicación.
-Webster Diccionario: Una doctrina o un cuerpo de doctrinas en teología y religión, expresados formalmente y proclamados autoritariamente por una Iglesia.
Así, podemos citar un numero interminable de diccionarios y autores que darán definiciones con diferentes matices.
En general, podemos decir, que identificamos mucho mas al dogma como punto fundamental de una doctrina religiosa que es inamovible por el hombre por ser de revelación Divina que , según veremos mas adelante, es el nudo fundamental del meollo.

LANDMARK:
-Hawkins:...son aquellos hitos limítrofes ubicados para chequear toda innovación o sobrelimitación en el campo de la Masonería".
-Webster Diccionario: Un principio o precepto guía tradicional.
-Benzion Ayalon: Antiguas costumbres y principios fundamentales que caracterizan a la Masonería, según la descripción en las Antiguas Obligaciones que, sin ellos, no será posible identificar nuestra institución y por lo tanto son inalterables.
Inman en su libro "Masonic Problems and Queries": a) Directrices y esenciales características, b) Principales directrices que no pueden ser alteradas, c) Leyes Universales de la Masonería, d) Ceremonias, reglamentos y leyes consideradas absolutamente necesarias y e) observancias universales e Inmemoriales.
Tanto autores masónicos como otros no masónicos definen el Landmark como un fundamento limítrofe, inalterable y que determina quien esta dentro o fuera del limite determinado.
Si comparamos la definición de Landmark del Diccionario Webster: Un principio o precepto guía tradicional, y las definiciones no religiosas de dogma de Espasa, son muy similares, hasta podríamos decir que interpretar sinónimamente las dos palabras.
En cambio, es dramáticamente diferente, y hasta opuesta, la significación religiosa de dogma y el landmark masónico. Es cierto que el dogma crea también un limite, define a quien esa dentro de los limites dogmáticos, sea, aquellos que cumplen con el dogma, y quienes están fuera por no cumplir con el dogma. En este sentido hay similitud en la idea de los términos. Mas, si profundizamos en la concepción fundamentalmente religiosa del dogma, es decir, en la concepción divina que el hombre debe cumplir sin discusión, comenzamos a descubrir el comienzo del abismo entre la concepción religiosa del dogma y la del landmark masónico. Digo, comenzamos, porque todavía en esta situación del análisis, todavía hay cierta similitud entre los dos términos, ambos son leyes inalterables pero, mientras el dogma es una ley de origen divino, el landmark es de origen humano autoimpuesto por antepasados operativos en defensa de los decretos profesionales.
El abismo en su mas dramática expresión se produce en la forma en que la Iglesia, entendiendo por Iglesia toda administración o marco humano de practica o autoridad religiosa de cualquier religión, utiliza la ignorancia de sus feligreses para inculcarles ideas y formas de comportamiento impropios o inadecuados en contra de otros seres humanos que no profesan la misma religión. Esto lo efectúan aprovechándose del dogma, por ejemplo, del dogma de la Fe, para que ciegamente los feligreses, ignorantes o ciegos por el concepto dogmático, sigan estas doctrinas impropias. En cambio nuestros landmarks, si bien es cierto que son leyes inalterable - use el termino, teóricamente, porque nuestra concepción de estas leyes es muy especial. Coinciden todos los autores masónicos, en que son aquellas leyes transmitidas de generación en generación por nuestros antepasados y que su manifestación escrita original solo, aparece en los Antiguos Escritos (OldCharges) sin la absoluta claridad. Tanto es así, que diferentes autores dan una lista cuantitativa y descriptiva diferente de nuestros landmarks. Machay, por ejemplo, enumera 25. No son mas de 7 u 8 los que aparecen en forma común en la enumeración de todos los autores, o casi todos. Cada Gran Logia es independiente y autónoma para definirlos o para no definirlos y dejarlos a la interpretación libre de lo que es comúnmente aceptado. Es por ello que , si bien es cierto que es por todos los masones en todos los tiempos aceptado que los landmarks son la piedra angular de la masonería y nadie puede alterarlos, no son tan terminantemente claros y definibles. Nadie pondrá en discusión, por ejemplo, que la creencia en el G.A.D.U. es un Landmark fundamental , si no el mas fundamental, o que la presencia del V.D.L.S.L. en nuestras tenidas es obligatorio. Por este Landmark, se produjo una de las escisiones más grandes en la Masonería al separarse de la autoridad masónica el Gran Oriente de Francia a mediados del siglo pasado hasta hoy en día. En conclusión, las palabras dogma y landmark en su concepción general, tienen bases comunes en la interpretación de ideas mas, si la palabra "landmark" representa la idea masónica fundamentalmente de "limite" y la palabra "dogma" la concepción religiosa de "orden divina", ellas son diametralmente opuestas en su concepción y fundamentalmente en su aplicación practica. El landmark masónico, si bien es cierto que es una regla no dada a alteración , esta aseveración es verdadera solo, en su consideración macroconceptual. Es decir, tenemos voluntariamente los masones una autoimposición de ciertas reglas comúnmente aceptadas, algunas por todos nosotros y otras por algunos de nosotros pero, concepción fundamental de nuestra Orden y que sin ellas no existiría nuestra Sublime Institución. En cambio el "dogma" para la Religión es aquella norma de imposición divina indiscutible por el ser humano.
Ahora bien, hasta aquí, Masonería y Religión pueden convivir aun con esta diferencia entre la concepción de Landmark y Dogma y es por ello que no siendo la Masonería una Religión, acepta en ella todo concepto religioso, mas aun, no acepta al ateo ya que dentro de sus propios Landmarks, la creencia en al G.A.D.U. es fundamental, mas, es donde esta el meollo del problema entre Landmark y Dogma, en el uso que la Iglesia, entendiendo por Iglesia al marco formal administrativo de toda religión, da a los conceptos dogmáticos para aprovecharse de la ignorancia del individuo mal utilizando la Fe, dogma fundamental de toda religión y tergiversando los propios conceptos morales de las religiones.
Es así QQ. HH. que a veces encontramos que el Dogma y el Landmark andan juntos y otras, Landmark y Dogma están en contraposición, Landmark versus Dogma.
Hay HH. autores masónicos que consideran a la Masonería como una Religión y fundamentan su concepto, entre otros:
a) cree en Dios y este es el primer landmark comúnmente aceptado,
b) Tiene ritos, rituales, catecismos y otras manifestaciones similares a la Religión,
c) Su concepción social en la orden es jerárquica,
d) Venera al G.A.D.U. y e) Tiene templos para ejercer su veneración y ceremonias.
A pesar que no nos es posible discutir y negar categóricamente estos planteamientos, sin embrago, nos es difícil resignarnos a aceptarlos, completa y absolutamente.
Viene en nuestra ayuda Coil en su Enciclopedia Masónica donde hace una amplia reseña sobre el desarrollo histórico del Landmark en la Masonería.
Coil divide en cuatro periodos la historia del Landmark y como la masonería lo consideraba en cada una de estas épocas:
1. La época pre-creación de la Gran Logia en Inglaterra. (Antes de 1717). 2. el periodo 1717-1800. 3. El período 1800-1850. 4. El periodo desde 1850.

1. Antes de 1717 no hay referencias que se hubiera usado en Masonería el termino "Landmark".
2. 1800-1850. La primera vez que aparece en escritos la palabra Landmark fue en 1723 con la creación de la Primera Gran Logia y aparece en su Reglamento General. Seria inexacto aseverar que en ese periodo los landmarks eran inalterables. Algunos de ellos tuvieron la fuerza de la no alteración , en cambio, otros, han sido alterados y algunos hasta eliminados. Aquí, para no facilitar la ya complicada situación, planteémonos la pregunta si los símbolos masónicos son Landmarks y si un landmark es un símbolo masónico? Harry Carr en su libro "El Masón trabajando" contesta: el simbolismo no es preciso, es un arte y no es ciencia exacta no tiene limites, por lo tanto, creo, que no puede ser propiamente descrito como un Landmark.
En 1738 una enmienda del articulo XXXIX de la Constitución Inglesa fue enmendado de las siguiente manera: "Todas la Alteraciones o Nuevas Regulaciones arriba descritas son solo para corregir y explicar los Antiguos Reglamentos por el Bien de la Masonería, sin quebrantar Antiguas Reglas y Costumbres de la Fraternidad , manteniendo los viejos Landmarks y que fueron ejecutadas en diferentes épocas y ocasiones ofrecidas por la Gran Logia que tiene el poder inherente para alterar lo que estime inconveniente y tiene la amplia autoridad para dictar nuevas Regulaciones para el bien de la Masonería que no fueron impugnadas, ya que los miembros de la Gran Logia son los verdaderos representantes de toda la Fraternidad de acuerdo a la Antigua Regla X".
Muchos autores en este periodo consideran a los Landmarks como las formas de reconocimiento entre los masones.
En 1792 la Antigua Gran Logia de Inglaterra, al reconocer la independencia de la Gran Logia de Pennsylvania reconoce tal independencia"... sujeta a los antiguos e inmutables landmarks de la Orden y reconoce su autoridad "limitada por los inmutables landmarks del sistema".
3. 100-1850 La Gran Logia de Rhode Island declara abiertamente que tiene el derecho a hacer alteraciones "siempre que los antiguos Landmarks sean preservados".
Por otro lado, la Moderna Gran Logia de Inglaterra, después de ser acusada durante muchos años de haber alterado el sistema, decide volver a los padrones antiguos. Este periodo se caracteriza por una gran cantidad de escritos masónicos que enumeran los diferentes Landmarks y también por otros escritos que, al revés, proclaman que los únicos Landmarks en la Masonería son sus secretos. Todo ello provoca una gran confusión y polémica.
4. Desde 1850 Este periodo se caracteriza por la preocupación, no solo de autores masónicos en enumerar los Landmarks, sonó por su enumeración e inclusión en los reglamentos de Grandes Logias.
Aquí cabe mencionar nuevamente a Mackay con su lista de 25 landmarks cuya gran parte de ellos son bastante polémicos.
No se menciona en esta plancha ninguna lista de las innumerables que existen y enumeran los Landmarks masónicos con el fin de provocar en nuestros hermanos, especialmente entre los A\A. la curiosidad y el deseo de la investigación, siendo este tema, por su aparente y no tan aparente claridad, apasionante. Todavía no he encontrado personalmente una respuesta a la inevitable pregunta: Como es posible que una Institución como la nuestra subsista durante tanto tiempo como una concepción macroconceptual y tan diferente en sus enumeraciones practicas? Hay cierta similitud en la problemática difícil de resolver cuando tratamos de definir quien es judío, quien esta dentro de esos limites y quien no.

TEORÍAS ACERCA DEL ORIGEN DE LA FRANCMASONERÍA

Por John Hamill*

¿Cuándo, Por qué y Dónde se originó la Francmasonería?
Solamente existe una respuesta a estas tres preguntas: no lo sabemos, y ello a pesar de todo el papel y la tinta que han corrido en aras de su estudio. De hecho estas cuestiones fundamentales han sido bastante oscurecidas por varios historiadores masónicos muy bien intencionados pero mal informados.
Hace tan solo poco más de un siglo que los historiadores masónicos británicos comenzaron a examinar con visión crítica la historia tradicional del Oficio
(1), la cual había sido escrita por sus predecesores durante los 150 años anteriores.
Al encontrar dicha "historia" poco satisfactoria, comenzaron a buscar evidencia documentada directa de la masonería especulativa anterior a la formación de la primera Gran Logia de Inglaterra en 1717. Sus investigaciones y sus escritos no detuvieron, sin embargo, la permanente aparición de obras pertenecientes a lo que podría denominarse la escuela de historiadores masónicos mística o romántica (en el auténtico sentido de la palabra) lo cual generó aún mayor confusión.
Existen, por lo tanto, dos enfoques principales de la historia de la Francmasonería:
El enfoque auténtico o científico, el cual construye o desarrolla su teoría a partir de hechos verificables y documentación de origen comprobado, y el enfoque no auténtico en el cual se intenta colocar a la Francmasonería dentro del contexto de la tradición de los Misterios correlacionando las enseñanzas, la alegoría y el simbolismo del Oficio con sus homólogos pertenecientes a las diversas tradiciones esotéricas. Para complicar aún más las cosas, existen opiniones divididas dentro de las dos escuelas principales que se acaban de señalar.
El francmasón común deriva del propio ritual sus primeras nociones de la historia del Oficio. A medida que va progresando en su conocimiento de las ceremonias, aprende que durante la construcción del templo del Rey Salomón en Jerusalén, los constructores calificados (albañiles o masones) se dividían en dos clases: Aprendices y Compañeros.
Todos trabajaban bajo las órdenes de tres Grandes Maestros (el Rey Salomón, Hiram -Rey de Tiro- e Hiram Abiff) los cuales compartían ciertos secretos, conocidos tan sólo por ellos tres. Aprende así mismo que esos secretos fueron perdidos con el asesinato de Hiram Abiff -asesinato que se produjo debido a su negativa de divulgar los secretos- y que se adoptaron ciertos secretos en substitución de los primeros "hasta que el tiempo o las circunstancias restauren los secretos originales."
Del ritual se deduce inmediatamente que la Francmasonería ya existía y estaba establecida en la época del Rey Salomón y que ha permanecido desde entonces como un sistema intacto. El candidato comprende pronto que el ritual no contiene una verdad histórica o literal, sino una alegoría dramática mediante la cual se transmiten los principios y axiomas fundamentales del Oficio.
La primera historia del Oficio apareció, con sanción oficial, como parte de las primeras Constituciones
(2) compiladas y publicadas en nombre de la primera Gran Logia por el Reverendo Doctor James Anderson en 1723.
La obra de Anderson consiste principalmente en la historia legendaria del Oficio de los constructores, desde Adán, en el Jardín del Edén, hasta la formación de la primera Gran Logia de Inglaterra en 1717. Anderson no efectúa distinción alguna entre Masonería Operativa y Masonería Especulativa, con lo cual quedó implícito que la una era la continuación de la otra. Anderson ha sido criticado con frecuencia por su historia; pero esas críticas no son justas con él.
Él no pretendía escribir una historia en el sentido en que la entendemos actualmente, sino que se proponía producir una apología que estableciera una honorable filiación para una institución relativamente nueva. Él ni siquiera afirmó haber escrito una obra original, sino que, como lo explicó en la segunda edición de las Constituciones (1738) simplemente resumió las antiguas Constituciones Góticas
(3).
Fue de ellas que él retomó las tradiciones según las cuales las logias de Francmasones habían existido desde tiempos antiguos; igualmente retomó de allí la idea de que varias personalidades bíblicas históricas, y otras puramente legendarias habían sido patrones, promotores o Grandes Maestros del Oficio así como de que un cierto príncipe Edwin había convocado una gran asamblea de masones en York hacia el año 926 de la era cristiana
(4).
Durante dicha asamblea les habría otorgado una constitución y les habría ordenado reunirse trimestralmente para gobernar sus logias. Se da la impresión de que la Gran Logia o Asamblea siguió existiendo en forma ininterrumpida desde esa fecha hasta 1717.
De no haber producido Anderson una versión revisada y considerablemente aumentada de su historia par ala segunda edición de las Consituciones, la versión de 1723 hubiera sido sido aceptada por lo que en realidad era: una apología construida a partir de la leyenda, el folklore y la tradición.
En la edición de 1738 Anderson parece haberle dado, desafortunadamente, rienda suelta a su imaginación, pues construyó una detallada "historia" de la Masonería Inglesa desde la supuesta Asamblea de York hasta la resurrección de la Gran Logia en 1717 y la continuó inclusive hasta 1738.
Para Anderson los términos Geometría, Arquitectura y Masonería eran sinónimos. Cualquier monarca inglés o personalidad histórica que de cualquier manera hubiera patrocinado arquitectos o masones fue ubicado en su lista, bien sea como un Gran Maestro o, por lo menos, como un Gran Vigilante de la Francmasonería.
Con el fin de "comprobar" el antiguo e ininterrumpido linaje de la Institución, Anderson aseguró que la unión de las cuatro logias de Londres para formar una Gran Logia en 1717 no había representado la creación de una nueva organización sino que había sido la restauración
(5) de una antigua organización que había caído en "descomposición" debido a la negligencia de su Gran Maestro Christopher Wren.
Se trata de una aseveración sorprendente, a favor de la cual no existe evidencia, especialmente por cuanto en la versión de 1723 no se menciona ninguna restauración y el nombre de Sir Christopher Wren tan solo figura en una nota al pie de página como el Arquitecto del Teatro Sheldoniano de Oxford.
Curiosamente, Wren vivía aún cuando apareció la versión de 1723; pero ya había fallecido cuando Anderson emprendió sus revisiones, de modo que el interesado no tuvo oportunidad de objetar.
Debido a que la historia escrita por Anderson fue publicada con la sanción de la Gran Logia, se le atribuyó el carácter de historia sagrada, tanto más por cuanto su contenido no fue impugnado por quienes tomaron parte en los eventos de 1717. Su trabajo resultó de tan grande aceptación que continuó siendo publicado reiteradamente sin alteraciones, simplemente con actualizaciones, en todas las subsiguientes ediciones de las Constituciones de la Gran Logia hasta la última edición de 1784.
Fue plagiado, además, por los diversos editores de unos manualitos publicados en el siglo XVIII, los Compañeros de Bolsillo de los Francmasones
(6) (Freemasons' Pocket Companions), y formó la base de la sección histórica de las Ilustraciones acerca de la Masonería de William Preston hasta en la decimoséptima edición (póstuma) de 1861, editada por el Rev. Dr. George Oliver. Hubo planes para incorporarlo en las ediciones del Libro de las Constituciones de la Gran Logia Unida de Inglaterra fechadas en 1815, 1819 y 1827.
Se anunció en ese entonces, que las porciones del libro publicadas constituían una segunda parte y que se publicaría en una primera parte la historia de la Francmasonería.
Afortunadamente la primera parte en cuestión nunca se publicó. Con la exportación a América del Norte de las Constituciones de la Primera Gran Logia y las Ilustraciones de Preston, y su traducción al Francés y al Alemán, la mala información de Anderson recibió una amplia divulgación y ejerció así un profundo efecto sobre la concepción que se tuvo acerca de la historia del Oficio así como sobre la consiguiente actitud hacia el tema, actitud que subsistió hasta bien entrado el siglo XIX.
En verdad la ausencia de una diferenciación por parte de Anderson entre Masonería Operativa y Masonería Especulativa iba a marcar los enfoques de la historia del Oficio por espacio de muchas generaciones, y puede decirse que dio lugar al deseo de establecer un vínculo directo entre ambas tan pronto como la escuela auténtica inició su aproximación crítica a la historia aceptada de la Orden.
Aunque la aproximación de los escritores de la escuela auténtica aparece como una investigación científica, los métodos empleados por ellos no serían aceptados actualmente como científicos.
A pesar de que ellos examinaron cuidadosamente y comprobaron el origen de cada fragmento de evidencia que apareció, y que sus áreas de investigación se limitaron a los registros y documentos arquitectónicos, de construcción y corporativos, de hecho su trabajo reviste la apariencia de una búsqueda de evidencia susceptible de encajar dentro de una teoría preconcebida. Dispuestos a probar la filiación directa entre la Masonería Operativa y la Masonería Especulativa a través de una fase transicional, ensamblaron fragmentos de información procedentes de varias partes de las islas británicas, fragmentos que parecían formar eslabones en su cadena de descendencia.
Al proceder de esa manera, con frecuencia sacaron la evidencia de su contexto y efectuaron suposiciones para las cuales existía apenas una tenue posibilidad de substanciación. En particular, asumieron la existencia de una uniformidad de condiciones y de actividades en Inglaterra, Irlanda y Escocia e ignoraron así las particulares circunstancias sociales, culturales, políticas, legales y religiosas que marcan diferencias cruciales entre estos países.
No tomaron en cuenta, por ejemplo, que hasta la Ley de Unión de 1707, Inglaterra y Escocia, aunque ligadas a través de la Corona desde 1603, eran países separados que solamente compartían una frontera común y que los eventos ocurridos en un país no tenían necesariamente un paralelismo en los países vecinos. Sin embargo, su teoría era tan persuasiva, tan bien escrita y fue tan divulgada, que su interpretación acerca del desarrollo transicional de la Masonería Operativa a la Masonería Especulativa ha estado peligrosamente cerca de ser aceptada como un hecho incuestionable. Es necesario enfatizar nuevamente que se trata tan solo de una teoría.
En Escocia encontraron evidencia innegable de la existencia de logias operativas de talladores de piedra. Dichas logias se definían desde el punto de vista geográfico (territorial) y constituían unidades de control de la actividad operativa con el respaldo de leyes estatutarias. También obtuvieron evidencia indiscutible de que las logias operativas escocesas comenzaron a admitir durante el siglo XVII miembros no operativos en calidad de masones aceptados o gentilhombres masones (accepted or gentlemen masons) y que a comienzos del siglo XVIII en algunas logias los masones aceptados habían pasado a predominar.
Estas logias, a su vez, se convirtieron en logias especulativas, mientras que las otras mantuvieron su carácter puramente operativo. Las logias especulativas eventualmente se unieron para formar la Gran Logia de Escocia en 1736. Investigadores de la escuela auténtica también descubrieron referencias claras acerca del uso en esas logias de una palabra masónica
(7) y de modos secretos de reconocimiento que le permitían a los masones operativos de buena fe obtener trabajo o sustento cuando viajaban al territorio de otra logia. Al unir esos hechos los historiadores románticos parecían contar con pruebas de una transición gradual de la masonería operativa a la especulativa.
La falla de su razonamiento consistía en suponer que al no ser operativos los masones aceptados en las logias operativas escocesas, entonces tenían que ser necesariamente especulativos, o que por lo menos debía existir una implicación acerca de la actividad especulativa de la logia, derivada del hecho mismo de su aceptación. Hasta la fecha no ha aparecido evidencia alguna que apoye dichos supuestos. De hecho la evidencia encontrada parecería señalar a los no operativos como simples miembros honorarios de las logias, adoptados del mismo modo que hoy se adoptan prominentes personalidades como miembros honorarios de clubes, sociedades o instituciones con las cuales no tienen vínculos profesionales o vocacionales.
Cuando la escuela auténtica procedió a examinar los registros ingleses, sus investigadores no pudieron encontrar evidencia alguna de la existencia de logias operativas. En tiempos medioevales la logia de los operativos había consistido simplemente en una choza o depósito anexo al lugar de trabajo, en el cual guardaban las herramientas y tomaban descanso y refresco. Alrededor del año 1600 el sistema de guildas se encontraba prácticamente moribundo con la excepción de las Compañías de Caballerangos y Transportadores de Londres (London Livery Companies). Tampoco existía evidencia de una "palabra masónica" inglesa o de medios secretos de reconocimiento entre los operativos ingleses.
Toda la evidencia hallada acerca de la masonería no operativa -o de aceptación- tenía unn contexto no operativo y entre los nombres encontrados y que podían ser verificados y cruzados con otra evidencia, muy pocos tenían siquiera la más tenue relación con la construcción o la arquitectura.
La masonería de aceptación (existen aún dudas acerca de si la masonería del siglo XVII puede denominarse especulativa) sencillamente parece haber surgido en Inglaterra como una organización nueva sin ninguna conexión previa con el oficio operativo. A pesar de esta carencia de pruebas la escuela auténtica ensambló conjuntamente los hallazgos hechos en Escocia e Inglaterra y construyó la teoría de la transición operativa-especulativa acerca de los orígenes de la Francmasonería
(8), sin tener en cuenta las diferencias y discrepancias entre los dos conjuntos de evidencias.
Ante todo pasaron por alto, o ignoraron, el hecho de que la masonería no operativa se estaba desarrollando en Inglaterra cuando las logias operativas escocesas comenzaron a aceptar miembros no operativos. Si las logias operativas escocesas constituyeron el medio de transición, ¿cómo podía existir ya en Inglaterra la masonería puramente no operativa?
La búsqueda de un vínculo directo no se confinó a las Islas Británicas, ni al período de la denominada "Asamblea de York". Se hicieron intentos de encontrarle un parentesco clásico como descendiente de los Collegia Fabrorum romanos (las escuelas de constructores de la época) pues además la palabra "escuela" parecía llevar implícita la existencia de un culto filosófico o "mistérico" ligado a los constructores romanos.
La leyenda de los Magistri Commacini (Maestros Comacinos) parecía brindarle un fundamento religioso al Oficio. Se afirmó que los hábiles y renombrados masones de la región del lago de Como en el norte de Italia poseían secretos tan recónditos susceptibles de ser comunicados a otros operativos, que fueron constituidos en una Orden mediante una bula papal (bula inexistente en la realidad).
Se decía que habían recibido instrucciones de viajar por Europa para compartir sus habilidades y "misterios". Es notoria la ausencia de evidencia acerca de su existencia real. Se revisaron diligentemente las tradiciones y registros de los Steinmetzen alemanes y del Compagnonnage francés en busca de rastros de algún elemento especulativo, mas no se encontró ninguna. La evidencia nos remite siempre de nuevo a la aparición de la masonería no operativa en Inglaterra durante el siglo XVII.
La teoría de una filiación directa de la masonería operativa sigue teniendo sus partidarios, especialmente el difunto y muy reverenciado Harry Carr; pero algunos investigadores actuales que trabajan en la tradición de la escuela auténtica están inclinándose por considerar la probabilidad de un vínculo indirecto con los operativos
(9). En vez de buscar las pruebas de una filiación directa, están explorando la posibilidad de que los fundadores de la masonería especulativa se hayan encubierto bajo la apariencia de una organización o guilda para desarrollar actividades e ideas que era imposible practicar o profesar abiertamente en la época.
El período en el cual se cree que evolucionó la Fancmasonería -finales del siglo XVI y transcurso del siglo XVII- se caracterizó por la estrecha relación entre la política y la religión. Durante esos años las diferencias de opinión en estas materias podían dividir las familias y eventualmente conducir a guerras civiles. Particularmente en lo que concierne a la religión, existían sanciones legales contra aquellos que decidían no seguir los dictados del Estado. Surgen por sí mismas, en consecuencia, dos ideas posibles en relación con el origen de la Francmasonería durante ese período.
Primero, que los fundadores eran un grupo opuesto a la intolerancia política y religiosa del Estado, que deseaban reunir hombres de diferentes concepciones políticas y religiosas pero que compartieran un objetivo de mejoramiento social. Puesto que se encontraban en una situación en la cual dichas concepciones eran consideradas subversivas, se restringía absolutamente la discusión de estos asuntos con quienes no fuesen miembros. Estos rasgos parecen haber existido desde que se originó la Francmasonería.
Segundo, que los fundadores eran un grupo de religión cristiana no conformista, que se oponía a la dominación de la religión por parte del Estado. Dicho grupo no se proponía deponer la religión predominante, sino que deseaba promover la tolerancia y la creación de una sociedad en la cual los hombres fueran libres de seguir los dictados de su conciencia en materia religiosa.
Existe un objetivo común en ambos grupos: la promoción de la tolerancia y la consiguiente creación de una sociedad mejor. El uso de la alegoría era una técnica didáctica común en la época: ¿qué mejor alegoría para representar la creación de una sociedad superior que la construcción de un edificio?
Existía inclusive una metáfora bíblica a la mano: la construcción del Templo de Salomón. Una vez establecido el marco alegórico se seguía lógicamente el paso de adoptar la forma de una guilda o corporación de constructores. Así las reuniones se convirtieron en logias, los oficiales principales pasaron a denominarse Maestro y Vigilantes y las herramientas de trabajo del tallador de piedras fueron utilizadas tanto por sus funciones materiales prácticas como por su valor simbólico.
Una teoría alternativa de filiación indirecta ha sido presentada recientemente. Ella asocia los orígenes con los aspectos caritativos más que con los planteamientos filosóficos
(10). Considera a la Francmasonería como un desarrollo del creciente movimiento de autoayuda surgido en el siglo XVII.
Al no existir un sistema estatal de protección y seguridad social, aquellos que enfermaban o pasaban penalidades económicas dependían de la caridad local y de las rígidas estipulaciones de la Ley de Pobres. Diferentes agrupaciones gremiales comenzaron a organizar sus propios sistemas. Cuando se reunían a departir amistosamente en tabernas y posadas, mantenían una caja a la cual los miembros aportaban cuotas durante cada reunión y de la cual los mismos miembros podían tomar dinero en tiempos de necesidad. En virtud de esa práctica, dichas agrupaciones recibieron el nombre de Clubes de Caja (Box Clubs).
La pertenencia a estos clubes estuvo reservada en un comienzo a los miembros de un gremio en particular, y existe evidencia de que en los clubes se utilizaron rudimentarios ritos de iniciación. Parece ser también que, al igual que las logias operativas escocesas, los Clubes de Caja comenzaron a admitir miembros que no estaban vinculados directamente con su gremio particular.
Se ha evocado la posibilidad de que la Francmasonería haya surgido originalmente tan solo como un Club de Caja para masones operativos, los cuales posteriormente comenzaron a admitir miembros de otros gremios. La posibilidad de que la Francmasonería hubiese sido básicamente una sociedad de orientación gremial por la época de la creación de la primera Gran Logia en 1717, fue planteada por Henry Sadler
(11). Él sugirió que una lucha por el control de las logias tuvo lugar a comienzos de la década de 1720 entre los miembros originales de orientación gremial y aquellos que fueron llevados a las logias por la influencia del Dr. John Teophilus Desaguliers y otros, y que la Francmasonería auténticamente especulativa no surgió sino cuando este último grupo ganó el control y comenzó a transformar a la Francmasonería de una sociedad de beneficios en un "sistema de moral, velado en alegoría e ilustrado por símbolos".
También se ha buscado en otras organizaciones el origen de la Francmasonería. Una teoría ahora descartada pero que conservó credibilidad por largo tiempo veía en la Francmasonería la descendiente directa de los Caballeros Templarios medievales. Se afirmó que, luego de la supresión de la Orden de los Templarios y de la muerte de Jacques de Molay, su último Gran Maestro en 1314, un grupo de caballeros escapó a Escocia. Una vez allí se reunieron en el misterioso monte Heredom cerca de Kilwinning y, temerosos de ulteriores persecuciones se transformaron en Francmasones convirtiendo los supuestos secretos de los Templarios en los secretos de la Francmasonería.
Desafortunadamente para los partidarios de esta teoría el misterioso monte de Heredom no existe (aunque había de constituirse en un elemento central de numerosos grados adicionales inventados en la Francia del siglo XVIII). Tampoco es verídico que los Templarios hubieran sido perseguidos en Escocia. Formaron, por el contrario, parte de la vida política y religiosa de Escocia hasta la Reforma, siendo el Prior de Torpichen (el principal Priorato Templario de Escocia), por derecho propio, uno de los Lores Espirituales del gobierno escocés.
Sin embargo, la leyenda escocesa siguió ejerciendo su atracción romántica. El reverendo Dr. George Oliver declaró que poseía un manuscrito del siglo XVIII el cual se refería a lo que él denominó el Rito de Bouillon, un ritual de los tres grados azules en el cual se le informaba a los recipiendarios que ellos eran descendientes de los Templarios.
El manuscrito de Oliver se conoce solamente en copias que datan del siglo XIX y un examen de su contenido muestra un ritual altamente desarrollado para los tres grados azules, el cual incorpora muchos de los cambios y adiciones rituales realizados después de la unión de las dos Grandes Logias inglesas en 1813.
Algunos han buscado los orígenes de la Francmasonería en el Rosacrucismo, ya sea como una manifestación británica de la fraternidad Rosacruz, o como una escisión de la corriente principal del Rosacrucismo
(12). No es éste el lugar para discutir acerca de la existencia o no de una Fraternidad Rosacruz. Cualquiera que sea la verdad a ese respecto, lo cierto es que la idea Rosacruz se ha mantenido entretejiéndose en el pensamiento europeo desde su aparición a comienzos del siglo XVII.
Los únicos factores comunes a la Francmasonería y al Rosacrucismo son la idea central de la creación de una sociedad ideal y el uso de la alegoría y el simbolismo para impartir ese ideal a sus iniciados. Hasta allí llega la similitud. No existe un acervo común de simbolismo y ambos se desarrollaron a lo largo de caminos diferentes.
No existe evidencia que demuestre un origen común o el desarrollo del uno a partir del otro. Mucho se ha tratado de utilizar para estos efectos el hecho de que Elías Ashmole, el primer iniciado no operativo del que se tiene noticia cierta, también se interesaba en el Rosacrucismo; pero nada se dice de los demás masones aceptados conocidos que no tenían relación con la Rosacruz (ya fuese real o imaginaria), ni acerca de los Rosacruces declarados que no tuvieron vínculos con la masonería de aceptación.
La escuela no auténtica posee cuatro enfoques principales, los cuales podrían ser clasificados como el esotérico, el místico, el simbolista y el romántico. Las cuatro aproximaciones tienen dos factores en común: la creencia de que la Francmasonería existe desde "tiempo inmemorial", y una aparente incapacidad para distinguir entre el hecho histórico y la leyenda. Las escuelas esotéricas y místicas están de hecho interesadas en la transmisión de ideas y tradiciones esotéricas, lo cual constituye en sí una línea de investigación válida.
Lo que ocurre es que al acercarse a su objeto convierten similitudes entre grupos muy separados en el tiempo en evidencia de una tradición continua transmitida de un grupo al otro. Es decir, en una especie de sucesión apostólica esotérica. Los seguidores de estas escuelas tienden también a profesar ideas heterodoxas acerca de la naturaleza y propósito de la Francmasonería, atribuyéndole implicaciones místicas, religiosas e inclusive ocultas que nunca ha tenido.
Los partidarios de la aproximación esotérica toman los principios, los rituales, las formas, los símbolos y el lenguaje de la Francmasonería y rastrean similitudes en los otros grupos (ignorando el hecho de que los principios y muchos de los símbolos son universales y no particulares a la Francmasonería).
Suponen que esas similitudes no son fortuitas sino deliberadas y constituyen, por lo tanto, prueba de una tradición continua. Colocan también gran énfasis en los grados adicionales, revistiéndolos de una antigüedad espuria y viendo en ellos un contenido esotérico y un simbolismo mucho mayores de los que jamás se intentó imprimirles.
Al ver en el conjunto de las diversas ramificaciones de la Francmasonería un rito iniciático coherente, cosa que no es, la escuela esotérica la compara con otros ritos iniciáticos, encuentra similitudes -reales o impuestas- y supone un parentesco.
John Yarker es probablemente el mayor exponente de esta escuela. Su opus magnum, Las escuelas arcanas (Belfast, 1909), es un monumento a la erudición mal aplicada. No solamente revela la amplitud de sus lecturas, sino también su dificultad para digerir, o en algunos casos incluso para entender aquello que había leído.
A primera vista parecería que trabajase en la escuela auténtica ya que hace constante uso de "evidencia documentaria". Un examen más detenido muestra que él no efectuaba un análisis crítico de sus fuentes, con lo cual aceptaba como hechos las leyendas, la tradición y el folklore a la vez que negaba hechos reales adecuadamente documentados. Yarker estaba firmemente convencido de que la masonería había existido entre los talladores de piedra operativos de la Edad Media


* Bibliotecario y Curador de la Gran Logia Unida de Inglaterra
Past Master de la Logia Quatuor Coronati No. 2.076