lunes, 19 de febrero de 2007

LA FRANCMASONERÍA Y EL AFELIO DE 1881

He venido investigando los símbolos empleados por las sociedades secretas y los misterios de culto para intentar y establecer la existencia de una veta escondida de conocimiento dorado en relación a la Estrella Oscura. Mi premisa es que tales símbolos son muy antiguos, y han sobrevivido a los estragos de persecusiones a través de los años, como han intentado hacer la autoridades de religiones monoteístas y dogmáticas para acallar las antiguas enseñanzas. Ahora vivimos una época más iluminada (suponemos), y los símbolos esotéricos secretos han estado emergiendo de sus conchas. Sin embargo, los guardianes de estas enseñanzas no tienen mejores ideas de sus significados que el resto de nosotros. Los esoteristas han interpretado esos símbolos, es verdad, pero estas interpretaciones son más un reflejo de sus modernos valores espirituales que aquellos de los antiguos mismos. Muchos pueden estar en desacuerdo con esta visión, pero esta es mi premisa inicial.

En DarkStar19 comencé un exámen de la Alquimia y mostré como una interpretación astrológica standard de esta escuela esotérica de pensamiento deja mucho que desear. Pronto entregaré imágenes alquímicas que muestran con claridad el papel de Nibiru como la Estrella Mesiánica, o el Sol Oscuro. En esta página mostraré un poco más de imágenes alquímicas (1), pero con el foco puesto en la Francmasonería, otra sociedad secreta que aparece prometedora para esta investigación. Este dibujo del siglo 16, por ejemplo, parece mostrar un resplandeciente globo rojizo, entre un campo de 7 estrellas (¿sus lunas?), entre el Sol y la Luna (2). Clutching este globo, el alquimista aparece moviéndose sobre un suelo sólido, posiblemente incluso desplazándose entre planetas…
Nótese como la descarga coronal de la órbita roja se swept back desde el Sol, como sería esperable cuando la descarga coronal de una enena café interactúa con el viento solar. Este es el origen de la aparición del disco alado durante el perihelio de Nibiru.
La Estrella Ardiente

Los Francmasones tienen un inmenso interés en una estrella blazing que se dice representa a Sothis, o Sirio. Ellos tienen esta estrella ubicada en lugares prominentes de sus Templos, o Logias. Muchos de sus rituales se derivan del rito de Isis, y antiguos símbolos egipcios juegan un rol importante en el trabajo (interior), aunque muchos de sus grados son en realidad Mosaicos, o a veces de carácter cristiano. Hay un énfasis colocado en la aparición de una luz brillante en la oscuridad, derivado del ‘Rito Negro’ descrito por Isis en ‘La Virgen del Mundo’. Esta entidad celestial conocida como la ‘Noche’ “ondea su red con rápida luz aunque sea menor que la del Sol” (3)


Al combinar esto con el desarrollo francmasón de la Divinidad como representada por una ‘luz brillante en el Oriente’ que irrumpe a través de la oscuridad de la Logia, es posible comenzar a colocar las piezas juntas del rompecabezas. Aunque conectada con Sirio, esta luz es una entidad del todo diferente.
La imagen alquímica mostrada aquí contiene símbolos masónicos (4). Los cinco planetas visibles y el Sol y la Luna constituyen el conjunto standard de símbolos planetarios, pero el rebus está colocado en el dragón alquímico, Azoth, que respira fuego. Él, por su parte, descansa sobre un Disco Alado que evidentemente no es ni el Sol ni Mercurio.
Es posible intentar juegos geométricos en el disco, en relación a otros símbolos masónicos, y los números 3 y 4 aparecen y una vez más generan el mágico número 7…


El Triángulo Equilátero

El triángulo equilátero es también un importante símbolo de la masonería. Matthew Scanlan ha descrito la Logia Triangular de Rushton en Northamptonshire y enlaza mucho del simbolismo empleado en su arquitectura con la alquimia (5). (Estoy particularmente impresionado por un motivo de los ‘siete ojos de Dios al interior de un hexágono (sic) en el edificio).
De acuerdo a James Churchward el triángulo equilátero es uno de los más viejos entre los símbolos sagrados, y representa la Sagrada Trinidad, las tres Personas Divinas en un solo Dios: “Donde y cuando sea que se halla este símbolo, en cualquier forma de inscripción o registro, es ya sea en referencia a, o representa, la antigua Trinidad y el Cielo… La Trinidad Divina de Egipto consistía en “Shu, Set, y Horus” (6).
Esta imagen muestra una línea de la Luna, Mercurio y el Sol. Sobre ellos está el triángulo equilátero de los Masones que contiene un águila (7). También llama la atención una órbita rojiza en fuego y 7 gotas de lluvia (¿Agua y Fuego, o 7 lunas y la enana café Nibiru?).
Así, los Masones han heredado una serie de símbolos muy antiguos, y la Alquimia demuestra que este triángulo equilátero masónico tiene una especie de significado celestial. Se le muestra a menudo con un ojo encerrado, el ‘ojo de Osiris que todo lo ve’, de acuerdo a Churchward, que señala que este símbolo combinado fue visto a menudo ‘en las viejas iglesias católicas, sobre el altar mayor” (6). Los Norteamricanos están muy cercanos a este símbolo, ya que forma parte de las imágenes masónicas mostradas en su propio billete de 1 (un) dólar.


1881 y el Autor Esotérico
Este sección de la La Teoría de la Estrella Oscura fue recientemente quitada porque recibí un par de fuertes emails del autor David Ovason (8). Lo puso fuera de sí el hecho que yo incluyera referencias a material en sus libros, y fui amenazado con acciones legales. Me acusó de infrignir la ley de derecho autoral. Todo esto me dejó en estado de shock ya que para cada caso sólo presenté cortos pedazos de sus libros (9, 10), haciendo adecuadamente las referencias respectivas y sólo empleándolos como material de fuente. Esto es una práctica académica regular, y ciertamente funciona bajo los auspicios del ‘uso limpio’ dentro del derecho autoral británico y norteamericano. Sin embargo él no entró en correspondencia conmigo en relación a esto.
Ahora, está absolutamente dentro de los derechos de David Ovason expresar su molestia conmigo por incluir referencias a su material en esas páginas. Es un país libre, como dicen ellos. En verdad, estoy en desacuerdo con muchas de las conclusiones de sus libros, pero he hecho referencia a tantos hechos interesantes que no son fácilmente encontrables en cualquier estudio esotérico de Europa o los Estados Unidos. Tomé este material de él del mismo modo que él hizo, sin duda, al tomar estos datos de libros más antiguos, esoteristas e investigadores, etc. Así es como el conocimiento se transmite.

Pero debe ser señalado que tomé esta fuente de material y llegué a una serie de conclusiones con las que Mr. Ovason no parece estar en desacuerdo. ¡¡¡Quizá es por esto que objetó incluso que MENCIONARA SU NOMBRE en estas páginas!!! Lo cual es ridículo. Es posible que le importe que su buen nombre como autor resulte manchado con habladurías en relación a astronautas antiguos y planetas perdidos y asuntos similares. Bien, si es así, es sólo testarudez. Es totalmente ingenuo esperar que el mundo golpee al ritmo de tu tambor cuando publicas tu trabajo propio. Simplemente llegará a formar parte de los estantes académicos, accesible a investigadores posteriores que pueden estar en descauerdo con tus conclusiones.
Qué ironía que un autor que es esencialmente un sensacionalista que provee los secretos esotéricos de otros pensadores y artistas se ponga tan fuera de control por el hecho de ver como estos secretos se deslizan por la cadena literaria. ¡Cómo si esto no fuera algo predecible por el hecho de popularizar un material esotérico previamente escondido!
De cualquier modo, ahora puedo publicar nuevas fotos del monumento Garfield con su zodíaco detentando dos Soles (11). En resumen, aquí están las conclusiones que he derivado de material contenido en libros de David Ovason, en conjunto con material tomado de otras fuentes, como Zolar (12), e incluso información disponible en Internet:
Existe una tradición esotérica que describe un Satélite Oscuro (Zolar)
Ese Satélite Oscuro se dice haber alcanzado su punto más oscuro en 1881 dC, una importante fecha esotérica (Ovason)
El Presidente Garfield fue asesinado ese año, (hecho conocido), y su memorial en Washington D.C. contiene una placa zodiacal con significancia astrológica (hecho conocido).

La esfera astrológica del Sol tiene dos objetos ‘orbitándolo’; en las casas zodiacales de Gemini y Sagitario (Ovason)
La enigmática placa implica la existencia real de un físico aunque escondido segundo Sol (mi conclusión)
Juntando cabos existe una tradición esotérica, quizá incorporada profundamente a la Francmasonería, de un segundo Sol que alcanzó el afelio en el 1881 dC (mi conclusión)
Ese segundo Sol es la Estrella Oscura, una pequeña enana café que presumiblemente pasó su afelio alrededor de ese año y ahora se dirige lentamente hacia nosotros. (mi conclusión)
Su perihelio se halla cerca de Gemini, mientras su afelio 1881 se asocia con Sagitario (mi conclusión)
Un año ha pasado desde la explosión de Ovason, y me hallo feliz por reportar que ninguno de nosotros ha pisado una sala de corte durante este lapso. Estoy agradecido a mi amigo Andy Goldie por tomar aquellas fotografías del monumento a Garfield en Washington DC, y permitirme publicarlas. Pienso que es primordial compartir estos importantes hechos con mis lectores. Si, fue David Ovason el primero en escribir acerca de esto en su libro. Pero su descubrimiento en relación a este Zodiaco tiene implicancias con el conocimiento de la Estrella Oscura entre los Francmasones, y es vital para mi incorporar esa visión en mi propia escritura. De modo que reconozco su trabajo como anterior, como siempre lo he hecho, pero no aceptaré silenciar mis propias y controversiales visiones de estos asuntos. De hecho, aquí están los detalles de su libro, el cual resulta aun, una lectura excelente:

Más Símbolos Masónicos.

Investigar la Francmasonería es una difícil empresa para un no-masón como yo. De un lado, los Francmasones están ansiosos por dar la impresión que el Trabajo y otros grados/órdenes se hallan abiertos a ser escudriñados, a fin de ganar la confianza de un público suspicaz, pero del otro lado… Bueno, está de más decir que una organización que ha mantenido tan celosamente sus secretos por largo tiempo, será algo lenta para abrirse realmente. Sería poco sabio decir demasiado acerca de lo que pienso de la Francmasonería. Habría la clara tendencia a ser incorrecto, al no ser Iniciado en el Trabajo. Pero puedo proveer evidencia tangible que indica que muchos de los símbolos a los cuales he aludido se hallan presentes en las cámaras masonas. Aquí hay algunos ejemplos más: Esta imagen muestra el interior de la Logia De Goed Hoop Temple (Logia de Buena Esperanza) en Ciudad del Cabo, Sudáfrica (14).
Nótese la ‘estrella flamígera’ de cinco puntas que se halla coroonada de una aura rojiza. De mayor interés sin embargo es el ícono lunar, repleto don 7 pequeñas estrellas.
De nuevo, pienso que el rojo creciente de la descarga coronal de Nibiru en el perihelio ha sido integrado a la luna creciente a través de los siglos, dejando las 7 estrellas depicted con la Luna, no con la ‘Estrella Flamígera’. De otra forma es difícil imaginar por qué estas 7 estrellas han nsido asociadas tan a menudo con la Luna. Sospecho que la estrella flamígera es la conjunción de Nibiru y Sirio en el perihelio (ver DarkStar 21).

En un comienzo consideramos al ícono del Creciente y las Siete Estrellas como el ‘Talismán de Orfeo’. No se trata de un símbolo poco común, parece, pero su importancia no ha sido previamente reconocida. En este grabado pétreo el mismo simbolismo se despliega en un contexto masónico evidente. Esta es la Tumba Brierly en Mellor, Gran Manchester, Inglaterra (15).
Tanto el Ángel como el Masón apuntan en la dirección de este curioso motivo (encirculado), el cual en esta ocasión se encuentra cerca de Aries. El Masón aparece parado sobre una estrella de cinco puntas (Sirio) y una escala se extiende hacia el Creciente (crescent) y las 7 Estrellas (¿una escalera al cielo?)

En su artículo, el Reverendo Parker sorprendentemente apunta cómo la imaginería masónica en la arquitectura eclesiástica es a menudo una especie de tributo consecuente con la muerte accidental de un Masón que cae del tejado. El ‘Conjunto cuadrado del Masón’ en la Catedral de Gloucester se da como ejemplo … ¡una incongruencia que puedo investigar en mi propia ciudad!







El botón masónico de la izquierda es el primero de los conocidos, datando de 1783 de la Logia Regularidad Nº 91 (Gran Logia Unida, Londres) (15). A la derecha hay una medalla masónica que muestra el triángulo radiante al tope. Se halla rodeada por un semi-círculo de estrellas, en número de siete. La medalla era un premio al trabajo de caridad, pero la imaginería empleada también toca a Jesúis/María y Horus/Isis.

Esta Logia Escocesa (St. Bryde Nº 579) exhibe una Estrella Flamígera que más bien parece un clásico Disco alado (16). Una de las cosas que encuentro más interesantes es la presencia del par de pilares. Sin duda esto simboliza los dos pilares sobre los cuales el Conocimiento fue escrito con anterioridad al Diluvio: uno puede señalar la destrucción, y el otro fue capaz de sobrevivir un feroz cataclismo (uno se pregunta acaso la influencia provocada por Nibiru cuando se aproxima al Sol es recíproca; que el super-cargado Sol puede generar un sobrecalentamiento masivo global durante las pasadas al perihelio).
También hemos visto los dos pilares apareciendo en imágenes alquímicas, y es posible que su presencia pueda señalar un significado archi-astronómico. En otras palabras, la aparición del Disco Alado se espera que sea visto entre dos pilares, u obeliscos.
Los Francmasones especulativos muestran mucho interés, ciertamente, por reliquias egipcias relacionadas.

La 1ª Bandera Norteamericana
Martin Cosnette extrajo esta pequeña gema para mi. En apariencia, de acuerdo al sitio web de David Icke, esta fue la primera bandera de EEUU (17). ¡Las Estrellas y Barras originales en la forma de un cometa y acompañadas por un conjunto de siete estrellas! Contiene todos los símbolos relevantes asociados con Nibiru, la Estrella Oscura. Hay un cometa masivo que contiene el Ojo (¿de los Vigilantes, o Nefilims?) y las acompañantes 7 estrellas, o lunas. Muy notable. ¿Es decir, estaban los fundadores de USA conscientemente presentando la imagen del escondido Sol Oscuro como propio?
Esta es una imagen en blanco y negro, y uno asume que el color del campo de la izquierda es azul, y el de la derecha, rojo. Como hemos visto antes, la creación de los Estados Unidos de Norteamérica involucró una significativa cantidad de Francmasones, Jorge Washington el más prominente entre ellos. La bandera aquí mostrada podría fácilmente derivar del simbolismo contenido en el Apron de Lafayette, el cual fue presentado al mismo Washington. Los mismos masones han entregado explicaciones para el simbolismo, aunque añadiendo que ninguna interpretación puede ser considerada como absoluta. Lo que sigue se deriva del trabajo de Frank W. Bobb, bibliotecario de la Gran Logia y curador del Museo de la Gran Logia de Filadelfia, donde se guarda el 'Washington Apron'.


Destacado entre los símbolos está ‘El Ojo Que Todo Lo Ve’, un símbolo de la ‘omniobservación y el Ser Supremo’ (Nº 4). Es un tercer símbolo astronómico, independiente de las fuentes menores de luz provistas por el Sol y la Luna. Este ‘Dios’ de los masones se ve investido de una gran radiación, dentro de la cual pueden ser halladas las 7 estrellas (Nº 40). Se dice que estas representan las 7 Artes y Ciencias Liberales de los masones. En este sentido, entonces, el Ojo Que Todo Lo Ve es la fuente del conocimiento y aprendizaje masónico.
Pero esta interpretación provista por Franck Bobb puede ser sólo conjetura. Para mi, personalmente, la imagen general es del todo idéntica a aquella de Nibiru y sus lunas, y tomándolo así con el Sol (Nº 39) y la Luna (Nº 7), y el Arco del Cielo (Nº 6), se puede presentar un significado alternativo. ¿Sabían los masones acerca de Nibiru a través de conocimientos esotéricos y escondidos allegados a ellos de Órdenes secretas perseguidas, o sectas heréticas?
¿Era este conocimiento escondido tan central a su sistema secreto de creencias que fue empleado por Washington y sus colegas para crear la bandera de los Estados Unidos de Norteamérica? Es un pensamiento asombroso.

Escrito por Andy Lloyd, autor de ‘La Estrella Oscura’.
Publicado por Timeless Voyager Press 2005
© 17 Diciembre 2003, actualizado el 10 de Abril 2005
Translated by Enrique Pérez Porter
ventodoceu@hotmail.com
















Referencias
1. Alquimia' http://www.levity.com/alchemy/home.html Este sitio web dispone de imágenes alquímicas coloreadas especulativamente por el webmaster de levity.com
2. Corte de madera (woodcut) de Petrarch Das Glüchbuch, Augsburg, 1539
3. R. Temple "El Misterio de Sirio" p115 Century 1998
4. Sexto corte de madera (woodcut) de las series Azoth de Basil Valentine
5. M. Scanlan "Misterios en Piedra" pp22-4 Freemasonry Hoy día verano 2001 http://www.freemasonrytoday.com
6. J. Churchward "El Continente Perdido de Mu" pp272-3 Futura
7. Grabado del siglo 18 basado en el trabajo de Basil Valentine.
8. Correspondencia con David Ovason, Mayo 2004
9. D. Ovason "El Zodiaco Secreto de Washington D.C." pp36-41, 96, 115-6, 122-3 Arrow 2000
10. D. Ovason "El Zelator: Los Diarios Secretos de Mark Hedsel" Arrow 1999
11. D. Ovason "El Código de Nostradamus " Arrow 1997
12. Photografías © Andy Goldie 2005, y reproducidas con su amable permiso.
13. Zolar "La Enciclopedia del Conocimiento Antiguo y Prohibido" Cap. 7, 1970, Abacus
14. V. Zaayman "Logia De Goede Hoop" p36 The Ashlar Sept 1997
15. Rev A. Parker "Algunos Grabados en Piedra Masones en Liverpool y Manchester" pp226-8 & p40 Freemasonry Today Summer 2000
16. J. Jack "Logia St. Bryde No. 579" p22-6 The Ashlar Sept 1999
17. Los lectores de habla alemán pueden interesarse en este link (gracias a Ernst W. Winters): http://www.nostradamus-dimde.de/g_usa_1.htm
18. C.Knight & R. Lomas 'Uriel's Machine' Arrow 1999

domingo, 11 de febrero de 2007

GOTAS DE LLUVIA

Por: Mercedes Albi
“Y cuando el séptimo ángel se apreste a tocar la trompeta y haga oír su voz, se consumará el plan secreto de Dios como anunció a sus siervos los profetas”(Apocalipsis. San Juan, 10, 7-8)

Viena, domingo 4 de diciembre de 1791. Wolfgang Amadeus Mozart contempla inmóvil desde su lecho la lluvia que golpea incesantemente el cristal de la ventana. Para mitigar su dolor centra la atención en el monótono sonido intentando diferenciar las notas que emite cada gota. Es entonces cuando por primera vez se da cuenta de que a pesar de la apariencia, la lluvia nunca es igual. Cada gota tiene vida propia, cae en un lugar diferente, con una fuerza diferente, con un sonido diferente.

El dolor se le hace insoportable, una hinchazón creciente se ha adueñado de sus extremidades. No puede moverse.

Piensa que nada permanece: las gotas que resbalan, los seres que se van, los momentos felices… Su vida que se escapa irremediablemente.

Nota a nota sigue cayendo la lluvia, pero su sonido va cobrando en la mente del enfermo tal intensidad que siente como si una a una le fueran perforando la piel.

-No, no, son notas, es dolor. Sí, ya lo sé, son lágrimas, cientos, miles, infinitas… ¿Dónde está el papel pautado? Debo sobreponerme. Tengo que continuar. Ya alcanzo la pluma- le dijo a la nada.

Le obsesionaba no haber concluido el encargo de aquel hombre enmascarado que le visitó repentinamente. Le había encargado la composición de un Réquiem.

-Le ordeno que guarde el máximo secreto- dijo a Mozart mientas le entregaba una bolsa con dinero.

Sentía la esperanza de que si lograba acabar el Requiem pondría fin a su enfermedad, y todo volvería a ir bien.

Tal vez fuera aquel desconocido quien le hubiera traído la desgracia. Si sólo tenía treinta y cinco años. Tenía tanto por hacer. Era demasiado joven para morir.

En su enfebrecimiento comenzó a tararear la música. Las notas se expandía por en el pentagrama de forma automática.

-Oh! Lacrimosa. Lacrimosa dies illa que resurgit ex familla (Lacrimosa. Día de lágrimas será aquel en que el hombre resucitará del polvo).

Cuando la creación le poseyó hasta el dolor físico desapareció. En el delirio que sentía al ser uno con la música, su cuerpo quedó convertido en el instrumento de una inaprensible pero preexistente melodía que le elige a él como objeto de su manifestación, del parto por el que las notas cobran vida.

Al finalizar la canción la lluvia había cesado. En su lugar apareció un sol de invierno, cuya luz al atravesar el cristal se deshizo proyectando el reflejo de un arco iris en la habitación.

El criado abrió la puerta y le anuncio la visita se su cuñado, Franz Hofer, con dos amigos, Benedikt Schalk y Franz Xaver Gerl.

-Sí, hágales pasar. Rápido no tenemos tiempo- dijo.

Al entrar en el cuarto el joven Benedikt intenta disimular. El fuerte olor a putrefacción junto con la visión del cuerpo deformado del maestro es espeluznante. Teme que al hablar se le quiebre la voz y enmudece. Se siente incapaz de fingir y preguntarle como está, por lo que se limita a asentir las reconfortantes palabras de ánimo que le da el bueno de Hofer. Pero Mozart parece no escuchar, y se empeña en que canten con él su última composición. Gerl le acerca a Benedikt las partituras llenas veloces trazos, señalándole con un dedo la cuerda de soprano. Los visitantes se agrupan junto a las páginas y comienzan a entonar la música. Mozart se une a ellos cantando de contralto la que iba a ser su última obra. Lacrimosa, Huic ergo parce Deus. Pie Jesu Domine, dona eis réquiem. Amen. (Perdónale Dios, Piadoso Jesús, Señor, concédeles descanso eterno. Amén.)

Jamás en toda su vida recordaría Benedikt algo más sobrecogedor que aquella escena, cuando el moribundo maestro al terminar la canción se desplomó llorando amargamente y les dijo: “No, no es esa la música, no es así, la trompeta, debe sonar la trompeta...” Y alejando su mirada vidriosa hacia el vacío exclamó: “El pájaro alado se eleva”.

En la madrugada del día siguiente falleció.

Los que presenciaron esta escena nunca quisieron hablar de ello. Pero Wolfgang tenía razón. Aunque los cantores se empeñaban en cantar lo escrito, no era esa música la que sonaba. A Benedikt le pareció oír una trompeta. Siempre pensó o quiso pensar que había sido un sueño, un engaño producido por la impresión de perder a Mozart.

Pasaron muchos años hasta que de nuevo volvió a escuchar la melodía. Fue en el instante de su propia muerte. Entonces supo que había llegado su final.

En el último instante de vida, Benedikt se dio cuenta que había una música que nadie compone, esa que ningún hombre ha creado, y que nos eleva porque nos preexiste. Es la melodía que escuchan los desesperados cuando contemplan el hueco que deja la cuenca vacía del ojo de Dios.

LOS ESENIOS

R:.H:. Claudio Torres Chávez
V:.M:. de la R:.L:.S:. Parthenón N° 4
Valle del Callao – Oriente del Perú
Marzo del 2006 E:.V:.

Secta de los tiempos antiguos que indudablemente guarda gran analogía con la Sociedad Masónica. Los Esenios, llamados, por algunos autores, esenianos, vivían reunidos en congregaciones separadas, pero unidas todas por un lazo común; se entregaban a profesiones mecánicas y sus bienes eran comunes. Se dividían en cuatro clases y cuando viajaban se albergaban en los diferentes asilos de la Sociedad, y tenían ciertos signos y palabras para poderse conocer entre sí. Si un profano pedía la iniciación, no era admitido sino después de tres años de pruebas; y si salía de ellas triunfante, juraba servir a Dios fielmente, ser justo con sus semejantes, buscar la verdad, amarla y defenderla y perder antes la vida que revelar a ningún profano los secretos de la Sociedad; después de esto se entregaba al neófito un martillo y un mandil blanco y era, desde entonces, considerado como un miembro de la Asociación.

En algunas de sus habitaciones no permi­tían la entrada a nadie más que a los individuos de la Sociedad. Un día a la semana todos los individuos de cada Congregación se reunían para escuchar las órdenes o instrucciones de sus jefes, y se sentaban por orden de antigüedad, teniendo la mano derecha colocada sobre el pecho, algo más abajo de la barba, la izquierda más abajo, a lo largo del costado. Tenían prohibido servirse de esclavos, como cosa opuesta a las leyes de la naturaleza.

Esta asociación estuvo muy extendida por Judea y Egipto y se cree que provenía de otra más antigua, denominada de los Hasideanos. Los Esenios, fue el nombre de una Sociedad hebraica formada entre las montañas para ponerse al abrigo de las persecuciones de los sirios cuando invadieron la Judea. Después de la des­trucción del Templo se retiraron en lo más intrincado de los montes, en donde conservaron las doctrinas de la iniciación, con toda su pureza. Más adelante, cuando bajaron de las montañas y a medida que fueron esta­bleciéndose en las ciudades, propagaron y pusieron en práctica sus doctrinas que consistían en permanecer fieles al menor compromiso, no jurar jamás, porque con­ceptuaban inútil el hacerlo; no dañar a nadie; huir de los embusteros; ayudar a las gentes de bien; comunicar fielmente y sin consentir al menor alteración, y no reve­larlos a ningún extraño, aunque para ello se vieran ame­nazado o contraídos por la fuerza.

Enseñaban y prac­ticaban el amor de Dios, el de la virtud y el de la hu­manidad. Esta sociedad produjo a San Juan Bautista y a Jesús, fundadores a su vez de nuevas sociedades, que durante las guerras de los bárbaros del Norte, en la Galia, la Italia, etc., conservaron intacta y con toda su pureza la doctrina masónica. Según el historiador Josefo, esta sociedad se derivaba de una agregación an­terior, que fue conocida con el nombre de Sociedad de los hhasideos o hasideos, que existía en los tiempos de la construcción del Templo de Salomón, cuyo adorno y con­servación les estaba confiada.

Se dividían en corpora­ciones independientes y separadas, de las que eran ex­cluidas las mujeres, porque les estaba prescrito el más riguroso celibato. Dedicados al ejercicio de todas las profesiones útiles a la sociedad, depositaban, en común, los beneficios que obtenían con su trabajo.
Josefo refiere que después de terminar su trabajo, se reunían y po­nían los mandiles de tela de lino, hacían un ablución con agua fría, y se dirigían hacia un departamento, en el que únicamente era permitida la entrada, a los ini­ciados, y situándose alrededor de una mesa, después de una plegaria, comenzaban la comida, en medio del si­lencio más absoluto.

AI acabar, se quitaban el mandil, que consideraban sagrado, y volvían a emprender su trabajo hasta el momento en que, otra vez, se volvían a reunir para cenar, guardando las mismas formas que se observaban en la comida. Cuando un profano pedía ser admitido, dice, le exigían que sufriera un año de noviciado, durante el cual estaba sujeto a todas las reglas que seguían los demás individuos, si bien quedaba fuera de las habitaciones se le daba un martillo o hachuela y se le revestía con un traje blanco y con el mandil que ya se ha mencionado.

Si durante el noviciado, el candidato demostraba aptitud para el caso, se le permitía participar de las abluciones sagradas, pero aun no podía ser admitido en la asociación, era preciso que sufriera otros dos años de prueba, durante las cuales, seguros ya de su templanza, procedían al examen de su espíritu y de sus sentimientos, y si salía victorioso era iniciado y recibido como miembro de la sociedad. Pero, a pesar de esto, antes de tomar asiento en la mesa común, tenía que hacer votos gravísimos y prestar solemne juramento, comprometiéndose a servir a Dios religiosamente, ser jus­to con todos los hombres, guardar inviolablemente sus promesas, amar la verdad y defenderla y no revelas jamás, los secretos que le eran confiados, a ningún profano, aun cuando fuera amenazado con la propia muer­te.

Los templos en donde vivían en comunidad separados de los profanos, se llamaban semnee o monasterios. Se dividían en cuatro clases y se reconocían entre sí por medio de signos particulares. Sus dogmas, tomados de los Egipcios, estaban velados por emblemas y palabras que los hacían impenetrables a los profanos, y aunque en su inmensa mayoría eran judíos, admitían, sin em­bargo, a los hombres de todas las religiones. Esta aso­ciación llegó a tomar tal incremento, que, según asegura Filón, se difundió por todo el mundo. Conformer referee el citado autor, los esenianos establecidos en Egipto, se distinguían de la sociedad madre, por el sobrenombre de therapeutas o contemplativos; admitían a las mujeres y llevaban una vida solitaria y llena de privaciones. Estu­diaban las sagradas escrituras, a su manera, como filóso­fos y las explicaban alegóricamente.

El séptimo día de cada semana, todos los afiliados ocupaban el puesto que les correspondía en la asociación, por orden de rigurosa antigüedad y se sientan teniendo la mano derecha sobre el pecho, un poco más abajo de la barba, y la izquierda más abajo, a lo largo del costado. En esta disposición, escuchaban atentamente un discurso que con voz grave y sentenciosa pronunciaba el encargado, entre ellos, de dar la instrucción. "Lo que les dice es razonado y sabio, sin ostentación de elocuencia, consistiendo en argumentos y explicaciones, tan sólidas y justas, que exciten y sos­tengan la atención, dejando siempre impresiones que no se borran fácilmente. Mientras aquel habla, los demás escuchan con silencio y a lo tnás, dan señales de su aprobación con el movimiento de los ojos o cabeza". Todos han visto como cesa muy notable en aquellos tiem­pos, que los terapeutas no se servían nunca de esclavos. Esto era debido a la excelencia de sus doctrinas, de las que eran rígidos observantes. Según éstas, Dios había hecho nacer libres a todos los hombres; reconocer por tanto la condición de esclavo en algún ser racional, hu­biera sido ir contra sus leyes. Por esto predicaron el dogma de la redención, que más tarde Jesús llegó a hacer triunfar.

La cofradía de los Esenios ha permanecido oculta al conocimiento profano por lo hermético de su enseñanza, por la elevada misión que les correspondió cumplir y seguramente por no ser mencionados en la Biblia. Ellos prepararon el terreno para que la semilla de Jesús cayera en tierra fértil.

El conocimiento oculto no ignoró a los Esenios, a diferencia del mundo religioso, filosófico y científico, a pesar que en el siglo I eran conocidos. Fue necesario el "accidental" hallazgo hecho en el interior de una gruta, en el año 1947, por un joven beduino, Mohamed el lobo, quien encontró las jarras de greda con rollos de lino recubierto de alquitrán o cera con escritos en pergamino y láminas de cobre de más de 2.000 años de antigüedad para que los esenios fueran nombrados en el mundo moderno.

Se remonta el misterioso origen de la comunidad esenia al tiempo de las Macabeos, unos 150 años antes del nacimiento de Jesús. Ellos se encargaron de neutralizar, con la Fuerza de sus pensamientos y Poder vibratorio, las bajas vibraciones del entorno en el área donde habría de "nacer" el Mesías.
Tres escritores del siglo I D. C. los mencionan: Plinio dice: Los esenios habitan en la costa occidental del Mar Muerto. Son gente solitaria y muy superior al resto de la humanidad. Carecen de dinero y las palmeras son su única compañía. Se renuevan de continuo merced a la incesante corriente de refugiados que acuden a ellos en gran número, hombres hastiados de la existencia a quienes las vicisitudes de la fortuna impulsaron a adoptar tal género de vida. Así un pueblo se ha perpetuado, por increíble que parezca, en un lugar donde nadie ha nacido. Muy útil para acrecentar su número es el disgusto de otros hombres por la vida.
Filón inspirado en los esenios ilustró la tesis de su Tratado para probar que todo hombre bueno es también libre. Señala de esta comunidad: Hay 4.000 esenios residiendo en muchas poblaciones de Judea. Evitan las ciudades y prefieren vivir en los pueblos. Tienen todos sus bienes en común y un administrador hace las compras y maneja el dinero. Cultivan la tierra y se dedican a oficios pacíficos, son granjeros, pastores, vaquerizos, agricultores, artesanos y artífices. No deben fabricar instrumentos de guerra ni ocuparse del comercio. Entre ellos no hay esclavos ni señores por estar convencidos que la fraternidad humana es la relación natural de los hombres. Poseen el don de la predicción del futuro, son extremadamente limpios y visten siempre de blanco. No dan importancia al tiempo ni lo usan como excusa para no trabajar. Vuelven gozosos de sus tareas, como quien regresa de un concurso atlético. Los esenios se han reunido a causa de su celo por la virtud y la pasión de su amor a la humanidad.
Josefo escribe: Constituyen de hecho una hermandad que tiene algo de común con los pitagóricos. Identifican el placer con el vicio, se ejercitan en la temperancia y la autodisciplina. Los esenios renuncian también a la riqueza, comen solo los alimentos necesarios. Usan las ropas y el calzado sin lujos. La mayor parte de ellos viven más de 100 años y leen los escritos de los antiguos. Su silencio da la impresión de un tremendo misterio. Sostienen que el cuerpo es cosa corruptible pero el alma es imperecedera. El espíritu emana del más puro éter, un hechizo natural lo arrastra hacia abajo y queda atrapado en la prisión del cuerpo; pero, una vez puesto en libertad por la muerte, se alegra y es llevado a lo alto. Triunfan sobre el dolor gracias a una voluntad resuelta. La guerra con los romanos probó sus almas de cuantas maneras era posible: Estirados en el potro, retorcidos, destrozados, quemados, sometidos a todos los instrumentos de tortura para blasfemar de su Legislador o comer alimentos prohibidos, no consienten en tales demandas y ni una sola vez adularon a sus perseguidores ni derramaron lágrimas. Sonriendo en la agonía y perdonando a los torturadores, exhalaron el alma con júbilo, pues confían que la recibirán nuevamente. Cualquier palabra de ellos tiene más fuerza que un juramento no causan daño a nadie ni por propia determinación ni bajo órdenes; en el caso de obtener autoridad jamás abusará de ella; será un amante de la verdad; mantendrá sus manos alejadas del robo y su alma pura de toda ganancia pecaminosa; no ocultará nada a los miembros de la comunidad y tampoco descubrirá ninguno de sus secretos a los extraños, aun cuando sea torturado hasta la muerte; transmitirá las reglas tal como las recibió y preservará con cuidado los libros grupales.
La comunidad esenia vivía como conjuntos de anónimos campesinos. Estudiaban entre otras disciplinas los secretos de las plantas y minerales con sus aplicaciones para beneficio humano, descubriendo sus maravillosos poderes curativos.
Eran un grupo rigurosamente iniciático y esotérico, como tal tenían tres niveles para la Enseñanza, regidos por rigurosas Leyes de silencio jamás violada por un esenio. Las comidas comunitarias eran la primera incorporación del aspirante, en ellas se leían e interpretaban las Sagradas Escrituras en su esencia y no en su forma. El
Iniciado esenio recibía el conocimiento de las Sagradas Leyes, comprendía la divinidad del hombre septenario con el alma que permanece en una etérea región entre el espíritu y el cuerpo corruptible y transitorio que la ayuda a crecer. Mediante técnicas y disciplinas lograban transformar el conocimiento recibido en sabiduría, esa sabiduría que desde lo interno brota con su luz hacia afuera.
Ser esenio significaba ser un ejemplo de moralidad, pues en forma natural aprendían a controlar toda pasión, deseo y cólera. No apetecía las cosas temporales, sin egoísmo servía a los demás desarrollando sus valores espirituales.
No se regían por rituales externos. Jesús estuvo entre los esenios, en su círculo interno aprendió el dominio de los sentidos y el desapego a lo externo, desarrollando su elevado nivel de Conciencia suprahumana en la materia. Vence todas las limitaciones del plano temporal y recibe la Cuarta Iniciación, la más grande jamás dada ni recibida en la Tierra. Saben los
Iniciados esenios entonces que su misión ha dado el fruto deseado, el Mesías inicia su misión.
Queda liberado Jesús de todo lo que lo unía a los esenios. Ellos no deberán intervenir, de ahora en adelante Él deberá continuar solo como el Mesías que es. Sólo Él podrá en Sí mismo saber lo que el Padre le encomendó. Jesús llegará a ser Jesucristo o la energía del Padre dimanada por Jesús a los hombres. En el desierto le son ofrecidas todas las riquezas materiales y los poderes para ser en la Tierra como hombre el rey de reyes, ese rey que el pueblo judío esperaba para dominar el mundo. Rechaza la tentación y acepta la misión. Cumplida su misión, los esenios, a los 50 años de haber desencarnado Jesús se dispersaron.

Uno de los escrito esenio más importante es el Evangelio de los Doce Santos, redescubierto en 1888 y traducido del arameo por el Rev. Gideon Jasper Ouseley, en él se dice:

Y las aves se reunieron alrededor de Jesús y le dieron la bienvenida con su canción y otras criaturas vivas se pusieron a sus pies y él los alimentó y ellos comieron de sus manos. Les dice Jesús: Estas criaturas son tus compañeras en la gran casa de Dios, si son tus hermanos y hermanas, tienen el mismo respiro de vida en la Eternidad. Y quien cuide a al menos una de éstas, y les dé de comer y beber, lo mismo está haciendo conmigo.

En el Manual de Disciplina esenio III, 13 - IV, 26 se lee: El origen de la Verdad está en el Lago de la Luz y el de la perversidad se encuentra en la Fuente de Oscuridad, todo aquel que practique Justicia está bajo el dominio del Príncipe de Luz y camina por el camino de la luz; todo aquel que practica perversidad está bajo dominio del Ángel de Tinieblas y camina en el camino oscuro.

EL JUICIO FINAL: LOS DESTINOS DE PAÚL MARCINKUS, MICHELE SINDONA Y LICIO GELLI

SANTIAGO CAMACHO
Setiembre 2005

El escándalo estaba sobre la mesa y el cadáver de Calvi colgando de Blackfriar's no bastaba como chivo expiatorio. Alguien tenía que pagar. Había llegado la hora de que Marcinkus, Sindona y Gelli hicieran frente a sus respectivos destinos. Claro que algunos salieron mejor parados que otros.

Los problemas para Marcinkus y el Instituto para las Obras de Religión no terminaron con la aparición del cuerpo de Calvi en el puente de Blackfriar's. Más bien al contrario, se puede decir que comenzaron justo en ese punto. En cualquier caso:
El pontífice polaco no pronunció una sola palabra de cristiana congoja ni de humana piedad por la muerte violenta del banquero católico-masón que durante tantos años había negociado en nombre y por cuenta de las finanzas vaticanas .

Apenas dos meses después de la muerte del financiero, las autoridades monetarias italianas volvieron a reclamar a Marcinkus, y ahora no le iba a servir alegar desconocimiento, ya que traían consigo una copia de la carta en la que el IOR admitía ser el propietario de las ocho empresas «panameñas». No obstante, el arzobispo no se arredró lo más mínimo. Mostró a los funcionarios una misiva, firmada por Calvi, en la que éste solicitaba el documento de patrocinio, pero declaraba que ello no implicaba responsabilidad alguna para la Iglesia. Si aquello no bastaba, Marcinkus les recordó a sus visitantes que no tenían jurisdicción alguna en el Estado soberano del Vaticano.

Tal vez fuera así, pero ello no quería decir que el gobierno italiano fuera a quedarse de brazos cruzados. El ministro de Hacienda Beniamino Andreatta declaró a la prensa que «el gobierno está esperando una clara asunción de responsabilidades por parte del IOR . En vista de que la institución no parecía dispuesta a asumir tal cosa, el 31 de julio de 1982, mes y medio después de la muerte de Calvi, llegaron tres cartas certificadas al Vaticano. Procedían de Milán y los destinatarios eran Paúl Marcinkus y sus dos colaboradores más cercanos, Luigi Mennini y Pellegrino de Strobel, que habían pasado a residir en el Vaticano para eludir, de esta manera, cualquier posible acción de la justicia italiana . Se había iniciado una investigación sobre la posible implicación de los interesados en la quiebra del Banco Ambrosiano. Los jueces de Milán encargados del caso habían decretado el embargo cautelar de los bienes que los tres sospechosos poseían en territorio italiano .

En la prensa el escándalo ya estaba servido desde hacía tiempo, tanto que el rotativo La Repubblica comenzó a publicar una tira cómica con el título «Las aventuras de Paúl Marcinkus».

EXCLUIDO DEL SÉQUITO

Marcinkus comenzó a ver declinar su estrella y quedó excluido en los viajes del séquito papal. De hecho, durante el primer viaje de Juan Pablo II a España, en noviembre de ese mismo año, ya no se pudo ver al antaño imprescindible arzobispo entre los acompañantes del pontífice. Para unos, ello se debió a que la compañía de Marcinkus comenzaba a ser percibida como embarazosa por el propio papa, que no deseaba verse públicamente relacionado con un encausado por los tribunales. Para otros fue el episcopado español el que declaró a Marcinkus persona non grata. Finalmente, es posible que fuera el mismo arzobispo quien se resistiese a abandonar la seguridad de los muros vaticanos ante las amenazas telefónicas y escritas que le llegaban casi a diario por parte de la mafia .
En un intento por calmar los ánimos de las autoridades italianas, el secretario de Estado Casaroli propuso la creación de una comisión de investigación mixta con tres representantes del gobierno italiano y tres del Vaticano. El 27 de diciembre de 1982 comenzaron las sesiones, y como era de suponer los resultados no fueron concluyentes; mientras tanto los representantes vaticanos daban por demostrada la no implicación de la Santa Sede con las empresas «panameñas», ante lo cual la mayoría de los italianos no se mostró en absoluto de acuerdo .

Pasquale Chiomenti, presidente de la comisión por parte gubernamental, concluyó que existía «más allá de toda posibilidad de duda, la prueba de que, al menos desde algún tiempo a partir de 1974, entre Roberto Calvi y el IOR hubo estrechas relaciones, todas ellas con el fin de cubrir posiciones y actividades no muy ortodoxas de Roberto Calvi en el ámbito del Banco Ambrosiano y de las sociedades u otras entidades directa o indirectamente controladas por éste».

Los acreedores se sintieron decepcionados ante semejantes conclusiones y continuaron presionando para que la investigación judicial no cesara. Así, las pruebas que señalaban al IOR como propietario de las sociedades «panameñas» fueron saliendo a la luz. En los archivos de la Banca del Gottardo, por ejemplo, apareció un documento firmado por altos funcionarios del IOR, y fechado el 21 de noviembre de 1974, en el que se solicitaba de este banco la creación por cuenta del IOR de una compañía llamada United Tradíng Corporation, precisamente una de las empresas fantasma .

Ya se sabía desde hacía algún tiempo que la Banca del Gottardo, en Suiza, era una de las claves para incriminar al IOR en las irregularidades financieras de Roberto Calvi:
Desde su detención en mayo de 1981, Calvi había ejercido una presión enorme sobre el Vaticano, buscando ayuda tanto para sus problemas legales como para los apuros financieros del Banco Ambrosiano. Durante su estancia en la cárcel, Calvi comunicó a su familia que las operaciones anómalas con acciones por las que estaba siendo juzgado habían sido realizadas, en realidad, en representación del IOR. Explicó que las pruebas de la implicación del Banco Vaticano se hallaban en documentos depositados en la Banca del Gottardo, documentos que ésta no podía dar a conocer sin autorización del IOR de acuerdo a las leyes suizas sobre el secreto bancario .

UN PAGO DE «BUENA VOLUNTAD»

Más tarde se descubrirían otras irregularidades que implicaban, por ejemplo, a la United Trading Corporation (la empresa presuntamente creada por el IOR) en la estafa de 69 millones de dólares al Banco Andino .

Los tres encausados se acogieron al beneficio de inmunidad, previsto en el artículo 11 del Tratado de Letrán, que impide la interferencia del Estado italiano en las «instituciones centrales de la Iglesia católica» (algo que hay que recordar cada vez que se dice que el IOR no forma parte de la estructura de la Iglesia). El 3 de octubre de 1983, el juez instructor de la causa, Antonio Prizzi, rechazó que los inculpados tuvieran derecho a este beneficio:
A los miembros del IOR se les han enviado notificaciones judiciales referentes a indicios de delitos consumados en territorio italiano, con daños a súbditos italianos y realizados con la colaboración de ciudadanos italianos .

Ante lo contundente de las pruebas que se iban conociendo, el Vaticano se vio obligado a pactar con los acreedores el 25 de mayo de 1984. Este hecho se rubricó con la firma de un acuerdo en los locales de la Asociación Europea de Libre Intercambio en Ginebra. Allí, ante sesenta funcionarios en representación de 109 bancos acreedores, el IOR se comprometió a abonar 250 millones de dólares en tres plazos, que gracias al descuento por la rápida ejecución del pago se quedaron exactamente en 240.822.222 dólares y 23 centavos. Eso sí, se trataba de un pago de «buena voluntad» y la Santa Sede seguía sin reconocer su implicación en ningún hecho irregular .

Sin embargo, que los acreedores estuvieran contentos no quería decir que se detuviera el proceso penal. La batalla legal se prolongó durante varios años, en los cuales los jueces italianos se dedicaron a acumular pruebas en contra de Marcinkus. El 20 de febrero de 1987, el juez Renato Bricchetti emitió una orden de busca y captura contra Marcinkus, Mennini y De Strobel:
El apoyo del IOR, que ha sido un socio insustituible del sistema operativo puesto en marcha por Calví, ha representado una constante inequívoca en la actividad realizada por el grupo directivo del Banco Ambrosiano, hasta culminar en la expedición de las cartas de patrocinio, lo que se ha revelado perjudicial para los intereses de dicho banco .

HAY QUE CREER A MARCINKUS

Lo realmente relevante del contenido de esta orden de detención es que no se ponía en tela de juicio una o varias actuaciones con cretas del IOR, sino toda su relación con el Banco Ambrosiano durante años. El auto no dejaba duda respecto a la titularidad de las empresas «panameñas»: «Esas sociedades habían sido pensadas y eran controladas por el IOR y por Roberto Calvi; después, se habían puesto a disposición de éste para que llegaran a ellas, procedentes de otras asociadas, sumas ingentes que figuraban como operaciones bancarias normales».

A pesar de ello, ni Marcinkus ni los otros dos directivos del banco fueron nunca procesados . El 6 junio de 1988, el Tribunal Constitucional italiano hacía pública una sentencia según la cual ningún tribunal de la república italiana tenía potestad para procesar a los sacerdotes ejecutivos del IOR, en virtud de la inmunidad garantizada por el Tratado de Letrán.

Marcinkus siguió negando su responsabilidad, y declaró, sorprendentemente, no conocer los documentos que él mismo firmaba. Pese a haber estudiado Derecho en Roma y ser durante diez años presidente del IOR, no tuvo el menor reparo en reconocer que ni leía ni comprendía los documentos del banco. Él no había hecho más que confiar en Calvi y éste había abusado de su ingenuidad .

Si había una sola persona que creyera la versión del arzobispo, ése era Juan Pablo II, cuyos lazos personales con Marcinkus, lejos de enfriarse, se habían estrechado en aquellos años, tantos que, incluso, se planteó nombrarle cardenal. Sin embargo, el proyecto tuvo que cancelarse debido a que sus asesores le avisaron de que semejante nombramiento podría suponer un escándalo de consecuencias funestas para la ya menoscabada imagen pública de la Iglesia. Aun así, no se descartó que Marcinkus fuera nombrado cardenal in péctore, cuya identidad es conocida sólo por el papa.

(Esta fórmula permite a los papas honrar a prelados cuyo nombramiento podría plantear riesgos para ellos mismos, para las relaciones del Vaticano con otro Estado o por simples razones de conveniencia. De hecho, Juan Pablo II nombró 21 cardenales en el que sería su último consistorio, en octubre de 2003, y anunció que guardaba «en su corazón» la identidad de uno de ellos.)

Algunos personajes relevantes del panorama vaticano, como los cardenales Benelli y Rossi, llegaron a solicitar que Marcinkus fuera depuesto de sus cargos y expulsado del Vaticano. Pese a los esfuerzos, los cardenales no pudieron vencer la barrera levantada por el propio papa, que protegió a Marcinkus e hizo oídos sordos sobre cualquier comentario desfavorable hacia su amigo.15 Cada vez que una crítica hacia Marcinkus llegaba al papa, Juan Pablo II exigía que se le presentasen pruebas irrefutables de la participación del arzobispo en los negocios fraudulentos que se gestionaban desde el Banco Ambrosiano: «Hay que creer a Marcinkus cuando dice que ha sido engañado por Calvi» . Esta actitud se prolongó durante los cuatro años en los que Marcinkus permaneció refugiado en la Santa Sede sin poder pisar suelo italiano.

Finalmente, en 1991, y tras el pronunciamiento del Tribunal Supremo italiano, Marcinkus partió a un dorado exilio a Estados Unidos. En 1995 se conoció otro escándalo, esta vez referido al tráfico ilegal de oro, que implicó al arzobispo por su aparente proximidad con el principal encausado, un agente de la CÍA retirado llamado Roger D'0nofrio, que fue detenido en Italia. Otra investigación, esta vez por parte del Departamento de Estado norteamericano, le puso de nuevo en el punto de mira a raíz de los millones de dólares del oro nazi desaparecidos de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial.

Paúl Marcinkus tiene hoy 83 años. Vive en una casa de siete habitaciones valorada en 180.000 euros que compró en 1997 cerca de los campos de golf de Sun City, Arizona, donde, protegido por su pasaporte diplomático italiano, juega todos los días al golf y disfruta de caros puros habanos . Hasta la fecha sigue negando todos los cargos en su contra:
He sido acusado de asesinar a un Papa y de estar envuelto en el fraude del Banco Ambrosiano. Ambos cargos son absolutamente in fundados y falsos. Me repito a mí mismo continuamente: quizá esta es la forma en que Dios tiene de asegurarse de que yo ponga mi pie en la puerta del paraíso. Si lo pongo, no puede cerrarme la puerta .

SOLIDARIDAD

Sin embargo, el alejamiento de Marcinkus de la Santa Sede no significó el final del problema, sino su entrada en una nueva fase cuando se descubrió que el dinero desaparecido del Banco Ambrosiano y del resto de empresas afines había ido a parar, aparte de a Calvi, a Propaganda Due y a los escuadrones de la muerte iberoamericanos, al sindicato polaco Solidaridad, tan apoyado por el papa Juan Pablo II. De hecho, más de cien millones de dólares habían terminado en Polonia. No es de extrañar que los más suspicaces empezaran a sospechar que el papa estaba al corriente del destino y la procedencia de aquel dinero:
Los flujos de dinero llegaban a Varsovia a través del IOR y, más concretamente, a través del Instituto Financiero, que era el aliado laico por excelencia de la banca vaticana y de Marcinkus: es decir, el Banco Ambrosiano, cuyo presidente era Roberto Calvi. En enero de 1981, tales informaciones fueron confirmadas, autorizadamente también por los franceses, cuyos servicios de inteligencia eran muy diferentes de los italianos .

En 1982 Calvi habló de estas operaciones con su «amigo» Flavio Carboni, sin saber que éste llevaba escondida una grabadora:
Marcinkus debe tener cuidado con Casaroli, que es el jefe del grupo que se le opone. Si Casaroli se encontrase con uno de esos financieros de Nueva York que trabajan para Marcinkus enviando dinero a Solidaridad, el Vaticano se hundiría. Tan sólo bastaría con que Casaroli encontrara uno de esos papeles que yo conozco y adiós Marcinkus, adiós Wojtyla, adiós Solidaridad... La última operación sería suficiente, la de veinte millones de dólares. Hablé con Giulio Andreotti, pero no tengo muy claro de qué lado está. Si las cosas en Italia siguen por un rumbo determinado, el Vaticano tendrá que alquilar un edificio en Washington, detrás del Pentágono. Muy lejos de la basílica de San Pedro .

La situación social en Polonia estaba presidida por una crisis económica que solamente pudo ser paliada por el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Banca Internacional, la emergencia de un movimiento obrero —Solidaridad— con una amplísima organización y una dirección dividida entre católicos e izquierdistas y, por último, la poderosa influencia del catolicismo en el país. El pueblo polaco ha atravesado a lo largo de su historia varios períodos de disolución nacional en los que la religión católica se convirtió en fundamento de su identidad. Los opresores, rusos o prusianos, tenían otra religión. Paradójicamente, el autoritarismo del Estado comunista dio un enorme empuje a la religiosidad. Mientras que en Occidente las iglesias se vaciaban paulatinamente, en Polonia el cristianismo gozaba de buena salud y la opresión política estimulaba un síndrome del mártir cristiano.

A principios de los ochenta, la conflictividad obrera tenía en jaque al régimen polaco. Los norteamericanos estaban ansiosos por intervenir para erosionar a su rival geopolítico, pero ello acarrearía graves tensiones diplomáticas. En este escenario, Juan Pablo II fue la pieza clave tanto en lo ideológico como en lo económico.

Y ¿QUÉ FUE DE SINDONA?

Mientras todo esto acontecía en Italia, Michele Sindona atravesaba su particular travesía del desierto en Estados Unidos. Durante el verano de 1979 fue «secuestrado», como ya se ha mencionado anteriormente. Sobre este hecho sigue existiendo controversia entre los expertos a día de hoy. Unos piensan que se trató de un secuestro orquestado y organizado por el propio Sindona y sus socios de la familia Gambino para eludir la justicia, al menos durante el tiempo necesario para poner al corriente sus asuntos legales y, de paso, sustraer de sus cuentas un generoso «rescate».

Otros, por el contrario, opinan que varios miembros de la mafia y de Propaganda Due debían de estar muy nerviosos ante el inminente paso del financiero por los tribunales, ya que guardaba muchos de sus secretos y de su dinero, y decidieron reservarse un tiempo en su compañía para atar cabos, recuperar los fondos diseminados en decenas de cuentas secretas y recordarle a su socio lo conveniente para su salud que podía ser no contar nada comprometedor.

En cualquiera de los dos supuestos hay que reconocer que no se escatimó en la puesta en escena. El 2 de agosto de 1979, Sindona desapareció de su domicilio. Su secretaria recibió poco después una llamada telefónica anónima: «Hemos secuestrado a Michele Sindona. Recibirán más información». A la familia se le envió una carta: «Tenemos preso a Michele Sindona. Deberá responder ante la justicia proletaria». El mensaje estaba escrito en italiano y firmado por el Comité Proletario para la Implantación de una Justicia Mejor. El 16 de octubre, 76 días después del secuestro, Sindona fue liberado en Nueva York junto a una cabina telefónica, en la esquina de la 42 con la Décima Avenida de Manhattan. Presentaba una herida de bala en la pierna que había sido cuidadosamente limpiada y vendada.

Tras este extraño incidente, se celebró el juicio. El 27 de marzo de 1980, Sindona fue encontrado culpable de 68 cargos de apropiación indebida, fraude y perjurio en relación con la quiebra del Franklin National Bank. Fue multado con 207.000 dólares y sentenciado a cumplir 25 años en la penitenciaría de Otisville, en Nueva York. El 1 de septiembre de 1981, escribió una larga carta al presidente de Estados Unidos Ronaid Reagan en la que le solicitaba el indulto.

La misiva fue entregada en mano por David Kennedy, secretario del Tesoro durante la administración de Richard Nixon. Sin embargo, esta petición de ayuda quedó simplemente en eso, en una petición. Tres meses después recibió una contestación bastante fría en la que se le indicaba que su solicitud seguiría los trámites establecidos. Decepcionado, Sindona decidió recurrir a su antiguo amigo Richard Nixon, a quien también mandó una carta de cuatro páginas pidiéndole ayuda. Tampoco en esta ocasión obtuvo respuesta.

El silencio de sus amigos americanos no era lo peor que le esperaba a Michele Sindona. La justicia italiana seguía con su investigación y el hecho de tener al financiero encarcelado en Estados Unidos facilitaba su eventual extradición. El 7 de julio de 1981, el pueblo de Italia acusó a Sindona de haber ordenado el asesinato de Giorgio Ambrosoli y el 25 de enero de 1982 fue encausado en Palermo junto a otros 75 miembros de las familias Gambino, Inzerillo y Spatola en una macrocausa por narcotráfico. Finalmente se le extraditó a Milán y se le condenó a cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad de Voghera.
A las 8.30 del 20 de marzo de 1986, Michele Sindona se disponía a tomar el desayuno en su celda. Como todos los días, el plato y la taza de café estaban sellados. Poco después se pudo escuchar un grito de angustia: « ¡Me han envenenado!». Cuando los guardias accedieron a la celda, encontraron al banquero tendido en el suelo y cubierto de vómito. Cuarenta y ocho horas después fallecía en el hospital, donde había ingresado en estado de coma. La causa de la muerte fue una dosis letal de cianuro mezclada con café. Cómo pudo suceder esto en una prisión de máxima seguridad sigue siendo un misterio.

PROBLEMAS DE CORAZÓN

Mucho más inteligente demostró ser Licio Gelli, el personaje que salió mejor parado de esta siniestra historia. Tras el descubrimiento por parte de las autoridades de la trama que orquestaba Propaganda Due, Gelli fue acusado de espionaje, conspiración, asociación criminal y fraude. Sin embargo, consiguió eludir los cargos huyendo a Argentina. El 13 de septiembre de 1982, Gelli se arriesgó a volver a Europa para retirar cincuenta millones de dólares de una cuenta en Suiza.

Las autoridades de aquel país no tardaron en detenerle, pero gracias a un soborno volvió a escapar antes de poder ser extraditado a Italia. En 1987 el banquero comenzó a negociar con el gobierno italiano las condiciones de su retorno, alegando graves problemas de corazón. Tras asegurarse de que sólo sería juzgado por delitos económicos, Gelli se entregó. Tras dos meses en prisión fue puesto en libertad bajo fianza debido a su salud y, una vez condenado, se le confinó a un arresto domiciliario en su lujosa villa de Toscana.

En 1998 huyó de nuevo, pero fue detenido dos meses después en Cannes. Fue encerrado en la cárcel de Regina Coeli. Sin embargo, volvieron a aparecer en el momento oportuno sus problemas cardíacos y se le permitió regresar a Toscana. En definitiva, por todos los delitos que hemos relatado (terrorismo, espionaje, conspiración, posiblemente asesinato y todos los fraudes económicos imaginables), Licio Gelli pasó un total de dos meses en presidio.

domingo, 4 de febrero de 2007

POSICIÓN ACTUAL DE LA IGLESIA ANTE LA "MASONERÍA"

I.- Conclusiones del dictamen de la Conferencia Episcopal alemana, de 28 de abril de 1980.
La Conferencia Episcopal alemana aprobó para su publicación en Würzburg, el 28 de abril de 1980, un dictamen amplio y riguroso sobre los puntos principales de discrepancia por parte de los teólogos católicos, frente a las pretensiones masónicas, dictamen que cobra especial vigor tras la promulgación del nuevo Código de Derecho Canónico en 1983, y que representan la posición actual de la Santa Sede ante el problema de la Masonería, siendo los puntos esenciales de incompatibilidad los siguientes:

1.- La ideología masónica no está fijada objetivamente.- prevalece una tendencia humanística y ética. No hay una ideología masónica fija, pero algunos elementos de ella quedan claros como convicciones fundamentales, ante todo, el relativismo. Los obispos alemanes, tras ratificar una de las principales acusaciones de León XIII contra la masonería, concluyen que un relativismo de tal porte no puede concordar con la fe en la Palabra revelada interpretada auténticamente por la Iglesia. La proximidad a ese criterio masónico pone en peligro la actitud de los católicos en la recepción de palabras y acciones y en la práctica de los sacramentos.

2.- El concepto de la Masonería sobre la libertad.- los masones niegan la posibilidad de una conciencia objetiva de la verdad. Durante las conversaciones alemanas católico-masónicas se recordó especialmente la famosa cita de Lessing: "si Dios tuviese en su mano derecha toda la verdad y en la izquierda el sólo y siempre activo impulso hacia la verdad, y me diera a elegir, yo caería humildemente a su izquierda y le pediría que me la diese. La verdad pura se refiere sólo a Ti". En los coloquios quedó claro que la relatividad de toda verdad representa la base de la masonería. Hay contundentes y autorizados textos masónicos que recalcan la ausencia total de dogma en la masonería, que jamás los reconoce. Y en esos textos se rechaza precisamente a la Iglesia católica como mantenedora de una actitud coactiva contra las conciencias al obligarlas a la aceptación dogmática. Semejante concepto de la verdad es por tanto, incompatible con el punto de vista de la teología natural y la teología de la revelación.

3.- El concepto masónico de la religión.- el relativismo masónico lleva a la conclusión de que todas las religiones son tentativas concurrentes hacia la inimaginable verdad sobre Dios. Dicen que a esa verdad se adapta exclusivamente el lenguaje del símbolo masónico que es ambiguo y dejado a la interpretación individual de los masones.

4.- El concepto masónico sobre Dios.- la idea del "Gran Arquitecto del Universo" que aparece en los rituales es de naturaleza deística. Este es un concepto indefinido, aplicable a cualquier religión. El Gran Arquitecto no es un Dios personal. Por consiguiente, prosiguen los obispos alemanes, la masonería no admite la Revelación cristiana y hace derivar al cristianismo de una religión primitiva.

5.- Masonería y tolerancia.- la Iglesia acepta la tolerancia sobre las personas, sea cual sea su posición; la masonería, apoyada en su fundamental relativismo, propone la tolerancia de las ideas, que lleva a no rechazarlas y considera absolutismo dogmático el mantenerlas e imponerlas a la propia comunidad. No hay un plano de convergencia en tan delicado terreno.

6.- Los rituales masónicos.- en los rituales que se han examinado sobre los tres primeros grados masónicos se ha observado en palabras y símbolos un carácter de cuño sacramental. Dan la impresión de que por su medio se efectúa una auténtica transformación del hombre.

7.- La perfección del hombre.- en el ritual del maestro se absolutiza la perfección humana sin dejar espacio a la presencia de la gracia, sin la cual según la doctrina de la Iglesia es imposible toda perfección del hombre. Quedan también descartados por innecesarios los sacramentos. Ello se relaciona con la pretensión de espiritualidad masónica, que actualmente exhibe mucho por la masonería. Los obispos alemanes no ven posible una espiritualidad masónica no fundada en creencias dogmáticas, absolutas y reveladas. Y rechazan una espiritualidad fundada en los símbolos masónicos.

8.- Ramificaciones diversas en el seno de la masonería.- la mayoría de las logias exigen una actitud creyente pero hay algunas, como las dependientes del Grande Oriente de Francia, que admiten a candidatos ateos, lo que sucede también en algunas logias alemanas.

9.- Masonería e iglesias cristianas.- los obispos alemanes han examinado con el mayor interés al sector masónico que se dice compatible con la Iglesia y han encontrado en él obstáculos insuperables. En cuanto a las Iglesias evangélicas debe decirse que en 1973 han mantenido con la masonería diálogos semejantes a los propiciados por la Iglesia católica y en sus declaraciones de ese mismo año han dejado a los fieles la decisión sobre la pertenencia o no a la masonería. Los dignatarios protestantes que intervinieron en el diálogo no pudieron llegar a conclusiones unánimes.

10.- Conclusión final.- pude decirse que en la masonería a causa de las persecuciones que ha sufrido durante el periodo nacional-socialista han tenido lugar cambios en el sentido de una mayor apertura hacia los demás grupos sociales; pero en su mentalidad, en sus convicciones fundamentales y en sus trabajos en las logias, ha permanecido absolutamente idéntica. Las objeciones que se han estudiado comprometen las bases de la existencia cristiana. Investigaciones exhaustivas en los rituales y en la mentalidad masónica hacen evidente que la actual pertenencia a la Iglesia católica y a la masonería son incompatibles.

II.- El nuevo Código de Derecho Canónico de 1983

El nuevo canon 1374 del CIC de 1983 – modificando la redacción del anterior canon 2335 del CIC de 1917- dispuso:

"Quienes se inscriban en una asociación que maquina contra la Iglesia debe ser castigado con una pena justa; quien promueve o dirige esa asociación debe ser castigado con entredicho".

Según esta nueva redacción, la Masonería y sus próximos afirmaron que la Iglesia, desde la promulgación del nuevo Código de Derecho Canónico, permitía a los católicos la inscripción en las logias. Si bien, el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, publicó el 27 de noviembre de 1983 una Declaración sobre asociaciones masónicas, en la que se afirmaba la expresa aprobación del Papa Juan Pablo II a dicho documento –ordenándose como derecho público de la Iglesia- y conocida como "Declaración Quasitum est" que dispuso:

"Se ha preguntado si ha cambiado el juicio de la Iglesia sobre las asociaciones masónicas, ya que en el nuevo Código de Derecho Canónico no se hace de ellas mención explícita, como sucedía en el Código anterior.
Esta Sagrada Congregación está en posición de responder que tal circunstancia se debe a un criterio de redacción aplicado también a otras asociaciones omitidas silenciosamente, porque se consideraban incluidas en categorías que iban a aparecer después en el Código.
Subsiste por tanto inmutable la sentencia negativa de la Iglesia sobre las asociaciones masónicas, porque los principios de ellas siempre se han considerado inconciliables con la doctrina de la Iglesia y por tanto la inscripción en ellas permanece prohibida por la Iglesia. Los fieles cristianos que dan su nombre a las asociaciones masónicas se debaten en pecado mortal y no pueden acceder a la sagrada comunión.
Las autoridades eclesiásticas locales carecen de la facultad para juzgar acerca de la naturaleza de las asociaciones masónicas, de forma que tal juicio lleve consigo la derogación de esa sentencia, según el sentido de la decisión comunicada por esta Congregación el 17 de febrero de 1981".

El 20 de febrero de 1985, el cardenal Ratzinger emitió un nuevo comunicado de carácter oficioso publicado en L´Observatore romano –que abundaba en la Declaración de 1983- y se tituló "Reflexiones un año después de la Declaración de la Doctrina de la Fe. Incompatibilidad de la fe cristiana y la masonería", y en el que exponía:

"El 26 de noviembre de 1983 la Congregación para la Doctrina de la Fe publicaba una Declaración sobre las asociaciones masónicas. A poco más de un año de distancia de su publicación puede resultar útil ilustrar brevemente el significado de ese documento. Desde que la Iglesia empezó a pronunciarse rigurosamente sobre la Masonería, su juicio negativo se ha inspirado en múltiples razones, prácticas y doctrinales. No se ha juzgado solamente a la masonería como responsable de actividades subversivas en su confrontación, sino que desde los primeros documentos pontificios sobre la materia y particularmente en la encíclica de León XIII "Humanum Genus" ( 20 de abril de 1884) el Magisterio de la Iglesia ha denunciado en la masonería ideas filosóficas y concepciones morales opuestas a la doctrina católica. Para León XIII esas ideas y concepciones se reconducían a un naturalismo racionalista inspirado por sus planes y su actividad contra la Iglesia. En su carta al pueblo italiano Custodi (8 de diciembre de 1882) León XIII escribía: recordemos que el Cristianismo y la Masonería son esencialmente inconciliables, por lo tanto inscribirse en una de ellas equivale a separarse de la otra.
No se podía por tanto evolucionar hasta tomar en consideración la posición de la Masonería desde el punto de vista doctrinal, cuando entre los años 1973-1980 la Sagrada Congregación mantenía correspondencia con algunas Conferencias Episcopales particularmente interesadas en este problema, con motivo del diálogo emprendido por algunas personalidades católicas con representantes de algunas logias que se decían no hostiles e incluso favorables a la Iglesia.
Un estudio más profundo ha conducido a la Congregación para la Doctrina de la Fe a su declaración de 26 de noviembre de 1983 con lo que se ha confirmado en la convicción de que subsiste la incompatibilidad de fondo entre los principios de la masonería y los de la fe cristiana.
Prescindiendo por tanto de considerar la actitud práctica de las diversas logias, de la hostilidad o enfrentamientos con la Iglesia, la Congregación General en su declaración de 26 de noviembre de 1983 ha intentado colocarse al nivel más profundo y por otra parte esencial para el problema, es decir sobre el plano de la inconcialibilidad de los principios, proyectado sobre el plano de la fe y las exigencias morales. A partir de este punto de vista doctrinal, en continuidad con el resto de las posiciones tradicionales de la Iglesia, como testimonian los documentos citados de León XII, se derivan las necesarias consecuencias prácticas que valen para todos los fieles que se hubieran eventualmente inscrito en la masonería.
A propósito de la afirmación sobre la irreconcialibilidad de los principios, todavía se dice ahora en algunas partes que la esencia de la masonería consiste precisamente en el hecho de no imponer principio alguno en el sentido de una posición filosófica o religiosa que sea vinculante para todos sus adherentes, sino más bien recoger y considerar juntamente, más allá de las religiones y visiones del mundo, a los hombres de buena voluntad sobre la base de valores humanísticos comprensibles y aceptables para todos.
La Masonería constituía de esta forma un punto de cohesión para todos aquellos que crean en el Gran Arquitecto del Universo y se sientan concernidos por aquellas consideraciones morales fundamentales que se definen según el ejemplo del Decálogo; tal actitud no aleja a nadie de su propia religión, sino constituiría un incentivo para adherirse a ella con más intensidad. En esta sede no pueden discutirse los múltiples problemas históricos y filosóficos que se esconden en tales afirmaciones. El hecho de que la Iglesia católica reclame la colaboración de todos los hombres de buena voluntad, no hace falta subrayarlo después del Vaticano II. El asociarse a la Masonería pasa por encima de esa actitud y adquiere un significado que poco tiene que ver con la Iglesia. Por encima de todo debe recordarse que la comunidad de los francmasones y sus obligaciones morales se presentan como un sistema progresivo de símbolos de carácter extremadamente sospechoso. La rígida disciplina del secreto que domina en la Masonería refuerza ulteriormente el peso de la interacción entre signos e ideas. Este clima de secretismo comporta para el inscrito el riesgo de convertirse en instrumento de estrategias que desconoce.
Se afirma también que el relativismo no se asume en la Masonería como dogma sino que se propone como una concesión simbólica relativista y por tanto el valor relativizante de semejante comunidad moral y ritual, lejos de poder ser eliminado, resulta por el contrario determinante. En tal contexto las diversas comunidades religiosas a las que pertenecen los miembros individuales de la logia no se pueden considerar más que como simples institucionalizaciones de una instancia más amplia e inalcanzable. El valor de esas institucionalizaciones aparecerá por tanto inevitablemente relativo respecto de esa verdad más amplia, la cual se manifiesta sobre todo en la comunidad de la buena voluntad, es decir en la fraternidad masónica.
Para un cristiano católico, sin embargo, no es posible vivir sin relación con Dios en una doble modalidad, es decir separándola en una forma humanitaria supra-confesional y una forma interna-cristiana. No puede cultivar relaciones de dos especies con Dios ni expresa sus vinculaciones con el Creador a través de formas simbólicas de doble especie. Esta actitud sería algo completamente diverso de aquella colaboración, que para él es obvia, con todos los que están empeñados en el cumplimiento del bien, aunque provengan de principios diversos. Por tanto un cristiano católico no puede al mismo tiempo participar en la plena comunión de una fraternidad cristiana y a la vez mirar a sus hermanos cristianos a partir de la perspectiva masónica como profanos.
Aunque, como se ha dicho, no fuera explícitamente obligatorio profesar el relativismo como doctrina, sin embargo la fuerza relativizante de una fraternidad así, por su misma lógica intrínseca, tiene en sí la capacidad de transformar la estructura del acto de fe de forma tan radical que resulta inaceptable para un cristiano al cual es muy querida su fe (León XIII). Esta evolución en la estructura fundamental del acto de fe se produce generalmente, de forma mórbida y sin ser advertido; la sencilla adhesión a la verdad de Dios, revelada en la Iglesia, se convierte en simple pertenencia a una institución considerada como una forma expresiva particular junto a otras formas expresivas más o menos posibles y válidas para la orientación del hombre a lo eterno.
La tentación de caminar en esa dirección es hoy tanto más fuerte en cuanto que se corresponde de lleno con ciertas convicciones prevalentes en la mentalidad contemporánea. La opinión masónica de que la verdad no puede ser conocida es característica de la crisis general del mundo moderno.
Considerando todos estos elementos, la declaración de la S.C. afirma que la inscripción en la Masonería permanece prohibida por la Iglesia y que los fieles que se inscriban están en situación de pecado grave y por eso no pueden acceder a la comunión.
Con esta última expresión la S.C. indica a los fieles que tal inscripción constituye objetivamente un pecado grave y precisando que los adherentes a una asociación masónica no pueden acceder a la sagrada comunión ilumina la conciencia de los fieles sobre tan grave consecuencia que les acarrea su adhesión a una logia masónica.
La Sagrada Congregación declara por fín que no compete a las autoridades eclesiásticas locales pronunciarse sobre la naturaleza de las asociaciones masónicas con un juicio que implique una derogación de lo que arriba se ha establecido. A este propósito el texto se refiere también a la declaración de 17 de febrero de 1981, la cual ya reservaba a la Santa Sede cualquier pronunciamiento sobre la naturaleza de estas asociaciones que implicara una derogación de la ley canónica entonces en vigor, en el canon 2335.
Del mismo modo el nuevo documento emitido por la S.C. de la Fe en noviembre de 1983 expresa intenciones idénticas de reserva en cuanto a pronunciarse mediante un juicio formulado en la Declaración sobre incompatibilidad del principio de la Masonería con la fe católica, sobre la gravedad del acto de inscribirse en una logia y sobre las consecuencias que se derivan para el acceso a la sagrada comunión. Esta disposición indica que no obstante la diversidad que puede existir entre las obediencias masónicas, en particular acerca de su actitud declarada sobre la Iglesia, la Santa Sede encuentra en ellas varios principios comunes que requieren una misma valoración de parte de todas las autoridades eclesiásticas.
Al hacer esta declaración la Congregación para la Doctrina de la Fe no ha pretendido desconocer los esfuerzos de aquellos que, con la debida autorización de éste dicasterio, han intentado mantener un dialogo con representantes de la Masonería. Pero desde el momento en que la Congregación vio la posibilidad de que se difundiera entre los fieles la equivocada opinión según la cual la adhesión a una logia masónica era lícita, la Congregación ha considerado su deber el dar a conocer el pensamiento auténtico de la Iglesia para poner en guardia a los católicos en las incidencias de una adscripción incompatible con la fe católica. Sólo Jesucristo, el maestro de la Verdad y sólo en El los cristianos deben encontrar la luz y la fuerza para vivir según el designio de Dios trabajando para el auténtico bien de sus hermanos".

Clave para llegar a ser un verdadero Mas.'.

Una vez, hace mucho tiempo, un Apr.'. Mas.'. inquirió a su Maest.'. sobre la clave para llegar a ser un verdadero Mas.'.

El Maest.'., un Mas.'. de larga trayectoria y experiencia, a quién todos acudían por sus sabios consejos, le dijo:

- Q.'. A.'. para llegar a ser un verdadero Mas.'. la clave está en la triple "C"
- ¿Cómo es eso de la triple "C"? --pregunto el A.'.--
- La triple "C", respondió el M.'., es el mejor símbolo de nuestra Ord.'. como podéis ver tiene tres partes, como nuestro simbolismo esencial aconseja.
- La primera "C" corresponde al COMPROMISO que asumiste desde el día de vuestra Iniciación.
- Pero es este un COMPROMISO muy especial, porque está basado absolutamente en la entrega total que debéis hacer a una causa.
- La segunda "C" se refiere a la CONSTANCIA que debéis tener en las actividades que emprendáis desde el momento mismo de vuestro ingreso a la Ord.'.
- Y la tercera "C" tiene relación con la CONCIENCIA…; si con la Conciencia abierta que se necesita para que la búsqueda de la Sabiduría y de la Luz sea fructífera.

Como podréis ver, la clave es sencilla pero el trabajo será arduo.

- M.'. –dijo el A.'.--; si la clave es tan sencilla; ¿Por qué encontramos tan pocos MM.'. verdaderos?
- Porque quienes son atraídos por nuestros sagrados Mist.'.; no pocas veces lo hacen buscan satisfacciones materiales, las cuales los apartan del verdadero camino.

Es necesario que vuestra mente comprenda que para labrar la Piedra Bruta, se debe recorrer un camino espiritual, en el cual el EGO no tiene cabida.

- -Entonces, replicó el A.'., ¿Por qué las Llit.'. están llenas de títulos, veneraciones, reconocimientos y alamares? ¿No va esto en contra de lo que acabáis de decir?

El M.'. le contestó:

- El camino del espíritu debe valerse de los símbolos para que el buscador pueda entender la profundidad del objetivo. No obstante, el abuso de esos símbolos y los deseos incontrolados del EGO, llevan a distorsionar el método.

Todo verdadero mas.•: debe comprender que, para poder llegar al mundo del espíritu es necesario partir del mundo de la materia y, está siempre estará ligada al EGO, a los alamares, a los títulos rimbombantes, a los reconocimientos.

A medida vais avanzando en el camino hacia la Luz, se irán superando esos apetitos y desaparecerá todo lo superfluo.

Al final la sencillez y la humildad aparecerán y serán el mejor signo de que estáis en el camino hacia la verdadera luz.
- Bueno M.'., replicó el A.'.; ¿Y qué le queda al verdadero Mas.•: después de pulir su Piedra Bruta y alcanzar la sencillez y la humildad?

- Entonces, dijo el M.'.; podréis dedicarte al SERVICIO DE VUESTROS SEMEJANTES, el mejor y más honroso título al que puede aspirar un Mas.•:

El servicio a la humanidad, el trabajo por el, progreso de la misma es lo único que os permitirá la evolución necesaria para la verdadera trascendencia.
Así, después de una vida de servicio y desprendimiento podréis reclamar, con justicia, el derecho a estar en el Or.'. Eter.'., al lado del GADU

- Ahora sé lo que debo buscar, dijo el A.'.; pero ¿Quién me enseñará todo lo que debo de a prender para conseguirlo?.
- Sólo vos podréis hacerlo, le dijo el M.'.

En vuestro interior está todo lo necesario para lograrlo y lo demás estaremos siempre prestos a ayudaros.

No busquéis que otros os enseñen el verdadero potencial que el GA os entregó desde el principio de los tiempos; sed vuestro propio M.'. pero, al mismo tiempo, nunca dejéis de ser un A.'. y, así entenderás que: "El buscador es lo buscado"

Y se dice que desde entonces aquel A.'. se dedicó a labrar su Piedra Bruta de tal manera que muy pronto fue tenido como el más prudente, sabio y generoso Mas.'. de ese Or.'.y, aunque nunca buscó o quiso ostentar ningún cargo, sus HH.'. siempre lo tenían como el "Maestro".

Fuente: Logia RED